El Gobierno ningunea a Borrell con tal de ensalzar el nombramiento de Teresa Ribera en Bruselas
Pilar Alegría asegura que nunca antes un español había tenido un puesto tan alto en la UE cuando Borrell es ahora mismo el máximo responsable de la diplomacia europea
Teresa Ribera ha sido elegida por Ursula von der Leyen para ser una de las vicepresidentas de la próxima Comisión Europea. A falta de ser aprobada por el Parlamento, también estará al cargo de la cartera de Competencia y controlará a las empresas de la Unión durante los próximos cinco años. Un logro que el Gobierno ha querido ensalzar aún más, sin tener en cuenta a los representantes españoles que están aún en ejercicio en Bruselas.
La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, comenzó la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros indicando su «alegría, orgullo y satisfacción» por la designación de Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión. Continuó asegurando que, con este nombramiento, España logra «la mayor influencia que nunca en la historia había tenido en el seno de la Unión Europea» y zanjó insistiendo en que nuestro país «nunca había tenido una representación a tal alto nivel».
El nombramiento de Ribera puede que sea, como indicó Alegría, «una magnífica noticia para España», pero la portavoz del Gobierno olvida con sus halagos a su todavía compañera que actualmente Josep Borrell no solo es vicepresidente de la Comisión Europea, como lo será Ribera, sino que también es el máximo representante de la diplomacia europea.
El cargo que ostenta Borrell sí es el mayor que ha ocupado ningún español a nivel de la Unión Europea, ya que está considerado uno de los top jobs y su nombramiento lo negocian directamente los líderes de los 27 socios comunitarios. La elección de Ribera, sin embargo, la realiza la presidenta de la Comisión, quien ha sido previamente designada por el Consejo Europeo.
Llama aún más la atención este olvido de la portavoz al tener en cuenta que fue el propio gobierno socialista de Pedro Sánchez el que postuló a Borrell como alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Puede que hayan tenido que sus últimas decisiones en Bruselas que no siguen la senda del Gobierno español, como el hecho de tachar de «dictatorial» al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.