Gallardo acusa al PP de ayudar al PSOE a «desenterrar odios» por no tramitar la ley de concordia

Continúa la tensión entre el PP y Vox en las regiones donde hasta hace dos meses compartían gobierno. El motivo es la ley de concordia que en su día pactaron ambos partidos, como uno de los puntos del acuerdo de gobierno, para sustituir la ley de memoria histórica.

Ante el hecho de que este miércoles el partido que lidera Alfonso Fernández Mañueco en la región vaya a rechazar que se tramite esta norma por no tener el informe previo del Consejo Consultivo, el portavoz de Vox, Juan García-Gallardo, ha acusado a los populares de ayudar al PSOE «a desenterrar odios y dividir a la sociedad». Así lo ha expresado en un mensaje en su cuenta de X, donde señala también que el acuerdo lo tenían PP y Vox «hasta que al Sr. Mañueco le entró miedo a que le llamaran «franquista» por proteger a las víctimas de persecución política y religiosa de la Segunda República». Y adjunta una imagen de la exposición de motivos de la proposición de ley que registraron ambos partidos.

Antes, en el Pleno de esta mañana, García-Gallardo preguntó a Mañueco qué parte de esta proposición no le gusta ahora, y acuso a los populares de dar «excusas» para justificar su rechazo a que la iniciativa sea tomada en consideración, y señaló que el informe del Consejo Consultivo que espera el PP «no es preceptivo» ni se ha requerido para aprobar «ninguna de las proposiciones de ley durante las dos últimas legislaturas». Así, le pidió «recuperar la cordura y el sentido común» para poder tramitar la ley.

Por su parte, Mañueco criticó el acuerdo entre Vox y el PSOE en la Mesa de las Cortes para incluir la toma en consideración de esta proposición de ley en el pleno de esta semana. «Lo más sorprendente es que parece que les gusta a los dos», ironizó el presidente regional. Además, espetó a García-Gallardo que se equivoca de adversario y que haga «pinza» con los socialistas contra el PP. «Olvídese de la obsesión contra el PP», le dijo, al tiempo que señaló que fue Vox el que rompió el pacto de gobierno en la región «por imposición desde los despachos de Madrid».