Sánchez alardea ante la ONU del compromiso internacional de España pese a su falta de acción

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha mantenido un perfil alto en su reciente visita a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, donde ha abordado temas de gran relevancia, como la crisis en Líbano y la situación en Venezuela. Sin embargo, su discurso y las acciones subsiguientes dejan entrever una falta de compromiso real para hacer frente a estos conflictos.

En su intervención ante el plenario de la Asamblea, Sánchez se enfocó en la defensa del derecho internacional humanitario y la Carta de las Naciones Unidas, señalando que este compromiso se aplica «en todos los contextos, ya sea en Gaza, en Ucrania o en cualquier parte del mundo». No obstante, su discurso, de apenas cinco minutos, no incluyó referencias concretas a naciones específicas, incluyendo a Israel, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad de su postura diplomática. A pesar de mencionar la necesidad de construir un futuro de paz y justicia, las palabras carecieron de un plan de acción claro que respalde sus declaraciones.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado que se ha preparado un plan de evacuación para Líbano, pero, como ocurre con muchas iniciativas del Gobierno, no se han ofrecido detalles sobre su implementación. Mientras tanto, se aconseja a los ciudadanos españoles evitar viajar al país, lo que podría ser visto como una falta de acción más contundente ante la inestabilidad.

Sánchez también se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres, para discutir temas como la situación en Venezuela, aunque, nuevamente, no se hicieron públicas las propuestas específicas que España podría adoptar para ayudar a mitigar la crisis humanitaria en ese país. En un contexto en el que las expectativas son altas, la falta de un enfoque claro y efectivo en la política exterior de España es motivo de preocupación.