El ministro Félix Bolaños, interviniendo en la sesión de este miércoles
Sánchez acusa el golpe
El PP hace leña de la senda de estabilidad caída y pide elecciones ya
Los populares califican de «espantada» la decisión del Ejecutivo de retirar la senda de estabilidad de la votación de este jueves para no perderla. Gamarra vaticina el «final» del Ejecutivo
María Jesús Montero se quedó a medias. La vicepresidenta primera intervenía en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de este miércoles en primer lugar, en ausencia de Pedro Sánchez, aún de viaje en Nueva York. Estaba debatiendo con el diputado popular Borja Sémper y quiso terminar su alocución con la promesa de que el Ejecutivo «va a traer los Presupuestos» a la Cámara Baja. Pero el tiempo se le acabó antes, su micrófono se apagó y no pudo terminar la frase.
La anécdota se convirtió en metáfora de un Gobierno al que casi nadie ve en condiciones de poder aprobar unas cuentas públicas para 2025. No lo ve la oposición, pero tampoco sus socios de investidura. Ni Sumar. Ni siquiera en el PSOE lo tienen nada claro, aunque la negociación abierta con Junts haya llevado un rayo de esperanza a las filas socialistas.
La decisión de Pedro Sánchez de retirar la senda de estabilidad de la votación de este jueves en el Congreso para negociar una nueva con Carles Puigdemont protagonizó la sesión de control al Ejecutivo, con el PP dedicado en cuerpo y alma a una tarea: pedir elecciones ya.
La secretaria general, Cuca Gamarra, vaticinó el «final» del Ejecutivo socialista, al que definió como un Gobierno «paralizado, rodeado por los escándalos, sin rumbo ni futuro». «Solo hay una cosa peor que perder las votaciones: retirar iniciativas para disimular la derrota, dar la espantada», añadió mirando a Montero, que sonreía jocosa en su escaño.
«Ustedes pierden votaciones en esta Cámara cada semana. Han perdido toda credibilidad, son un foco de inestabilidad (…). Ustedes nunca tuvieron mayoría social y ahora no tienen mayoría parlamentaria. Den la palabra a los españoles», le pidió poco después Sémper a la vicepresidenta primera, que pasó a la ofensiva. Según ella, el PP pide elecciones constantemente para «amarrar» a su líder, Alberto Núñez Feijóo. «¿Me puede usted decir con qué grupo político se entiende el PP? ¿Cuál es la estabilidad que tiene el PP en los gobiernos que presiden en las comunidades autónomas? Si a ustedes les plantó la ultraderecha», continuó Montero.
En éstas que llegó la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo para dar la puntilla: «El Gobierno da por muerto a Puigdemont, Puigdemont da por muerto al señor (Santos) Cerdán, en Esquerra se están matando y usted, señor Bolaños, empieza a tener muy mala cara», le dijo al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.
Los populares no fueron los únicos que recriminaron al Gobierno su inestabilidad. También lo hizo la portavoz de Podemos, Ione Belarra, quien recordó al Ejecutivo que va «derrota tras derrota» y le acusó de no haber sido capaz de «cuidar a la mayoría de investidura».
La portavoz de Junts no intervino en la sesión, pero sí el diputado independentista Josep Maria Cervera, que tenía una pregunta dirigida al ministro de Transportes sobre un tramo de la carretera N-260. No obstante, ni Cervera ni Óscar Puente hicieron la más mínima mención a la senda de estabilidad.
La negociación abierta entre el PSOE y Junts ha hecho que el resto de los socios parlamentarios de Sánchez alcen el dedo. ERC pidió el martes a los socialistas que también dialoguen con ellos. Este miércoles, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, garantizó que todos entrarán en la ronda de contactos. «De la senda hablaremos con todo el mundo, como hacemos con todo. Este Gobierno, el Grupo Parlamentario Socialista, es el del diálogo permanente. Si no, no hubiéramos sacado adelante nada», aseguró.
