Quiero y no puedo
Sánchez no logra dividir a los presidentes del PP a pesar de los señuelos
Los de Galicia, Andalucía, Cantabria y La Rioja ya han pasado por la Moncloa, y todos le han dicho al presidente lo mismo. Aun así, el Gobierno cree tener un as en la manga
El intento de Pedro Sánchez de dividir al PP para vencer en el debate sobre la financiación autonómica no está funcionando, ni tampoco tiene visos de hacerlo en el futuro. Cuatro presidentes regionales del PP han desfilado ya por la Moncloa entre ayer y el viernes de la semana pasada, y el presidente del Gobierno no ha logrado ganarse a ninguno. Ninguno hizo el más mínimo gesto de estar dispuesto a negociar bilateralmente, lo que, en opinión de los populares, ha de decidirse en una negociación multilateral.
Uno tras otro, el gallego Alfonso Rueda, el andaluz Juanma Moreno, la cántabra María José Sáenz de Buruaga y el riojano Gonzalo Capellán salieron de sus respectivos encuentros con Sánchez con un mensaje común, único. A pesar de que Andalucía, la comunidad más poblada del país, no tiene las mismas necesidades que Galicia, la primera en cuanto a dispersión de población y segunda con mayor envejecimiento (solo superada por Asturias). O que Cantabria y La Rioja, que figuran en lo alto del ranking sobre las comunidades mejor financiadas elaborado por Fedea pero que tienen otros problemas. Cantabria, según afirmó su presidenta, es la única región sin un solo kilómetro de AVE.
«Le he pedido expresamente que retire el concierto separatista y que corte de raíz cualquier avance hacia la independencia fiscal de Cataluña. Cataluña no puede salir del régimen común (…). Este acuerdo con ERC es profundamente injusto, crea una clara discriminación entre ciudadanos de primera y de segunda porque rompe ese consenso constitucional del 78 sobre el que hemos cimentado nuestra convivencia, nuestra sociedad», señaló Sáenz de Buruaga a su salida.
El presidente del Gobierno se comprometió con la presidenta de Cantabria a que la Conferencia de Presidentes se celebrará en su tierra en diciembre. Antes, el 28 de octubre, el Gobierno ha convocado a las comunidades a una reunión preparatoria en Madrid. Sánchez pretende que ese foro verse sobre la vivienda, pero los presidentes del PP quieren que la financiación ocupe un lugar destacado en el orden del día. De manera que haya un acuerdo de mínimos que luego poder desarrollar en un posterior Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Parecidas impresiones sacó Capellán de su reunión con Sánchez. «No aceptaré ningún acuerdo que merme un solo euro los recursos de los riojanos», reiteró. «Hoy hemos venido a hablar bilateralmente de las cosas que sí se hablan bilateralmente: aquellas necesidades que tiene La Rioja, aquellos —incluso— agravios comparativos territoriales, aquellos déficits clamorosos en infraestructuras e inversiones», añadió.
La amenaza presente
Una amenaza sobrevoló el ambiente de las reuniones de este viernes: la que la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, hizo un día antes a las comunidades del PP, a las que avisó de que si son «insumisas» con la Ley de Vivienda no recibirán fondos del Estado para sus políticas sobre la materia. A lo que la vicesecretaria de Desarrollo Sostenible del PP, Paloma Martín, le recordó que Navarra, Asturias y Castilla-La Mancha, las tres gobernadas por el PSOE, tampoco han declarado zonas tensionadas para el alquiler.
El viernes de la semana pasada, también Rueda y Moreno trasladaron a Sánchez que la financiación privilegiada para Cataluña ha de ser «cortada de raíz», en palabras del presidente gallego. Según sus cálculos, Galicia perdería 450 millones de euros si se lleva a la práctica el acuerdo entre el PSC y ERC que sirvió para investir a Salvador Illa. Según los de Moreno, Andalucía perdería 4.000 millones. Este último también avisó al presidente de que utilizará «todos los instrumentos a su alcance» para paralizarla.
Cabe recordar que, antes de que Sánchez iniciara esta ronda con los presidentes autonómicos, Alberto Núñez Feijóo reunió a los suyos en dos ocasiones para fijar postura. De ahí salió un documento firmado por todos en el que reconocían las «particularidades» de cada comunidad sobre financiación, pero rechazaban la «desigualdad y la insolidaridad» y el intento de Sánchez de destruir el estado de las autonomías y sustituirlo por «un modelo confederal asimétrico».
Al término de los encuentros de este viernes y de la semana pasada, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, disimuló la decepción del Ejecutivo. Pero ésta puede adivinarse en un artículo publicado en El Socialista, la revista del PSOE: «Alberto Núñez Feijóo solo mira por el bienestar de un hombre: el de Alberto Núñez Feijóo. Sólo así puede explicarse la fijación que tiene el presidente del PP en alinear a sus barones para que sigan sus instrucciones, aunque vayan en contra de los intereses de los ciudadanos que viven en las comunidades autónomas que gobiernan. Tanto por su rechazo a una reforma de financiación que dé más recursos a esas regiones, como su negativa a apoyar la senda de estabilidad, que daría más de 11.500 millones de euros para autonomías y ayuntamientos», según la publicación.
El Ejecutivo aún cree tener un as en la manga: el de la quita de la deuda que va a ofrecer a las comunidades
No obstante, el Gobierno cree tener un as en la manga: el de la quita de la deuda que ofrecerá a las comunidades, en compensación por los 15.000 millones de euros que prometió condonar a Cataluña (a cambio de la investidura de Sánchez). Desde Cádiz, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya adelantó: «Andalucía va a tener una oferta muy importante de quita de la deuda». Y añadió que no entendería «de ninguna de las maneras» que Moreno la rechazara.