Cuatro guardias civiles salvan la vida de un bebé que se encontraba en parada cardiorrespiratoria
La madre del pequeño corrió al cuartel de la Benemérita en Corella (Navarra) ante la situación del pequeño
Recordaba El Debate la semana pasada los motivos por los que a la Guardia Civil se le llama Benemérita. Decía que le aplicó esta denominación hace 95 años por sus servicios de rescate y ayuda humanitaria.
Ahora, casi un siglo después, la Benemérita sigue haciendo honor a su nombre como sucedió hace escasos días en la localidad navarra de Corella cuando cuatro de sus agentes lograron revertir la parada cardiorrespiratoria de un bebé de tan solo un año de vida.
Uno de los agentes, fuera de servicio, se encontraba paseando a su perro en las inmediaciones del cuartel de Corella (Navarra) cuando se percató de que una mujer pedía auxilio desesperadamente porque su bebé de un año no respondía a ningún estímulo.
Este agente y otros tres que se encontraban en el interior del Puesto acudieron en su auxilio y dieron aviso a los servicios sanitarios.
Uno de los agentes tomó al bebé en brazos y al verificar que el menor no respondía a ningún estímulo y no se percibían las constantes vitales, comenzó a realizarle una Reanimación Cardiopulmonar (RCP) durante varios minutos hasta que el bebé comenzó a reaccionar paulatinamente recuperando las constantes y recobrando la consciencia.
Los demás agentes acompañaron a la familia hasta la llegada de los servicios sanitarios, con quienes los agentes se mantuvieron en contacto permanente hasta su llegada al lugar.
Una vez llegaron al lugar los servicios sanitarios se hicieron cargo de la situación realizando una valoración del menor. Y, tal y como se puede ver en la foto que acompaña a esta información, el pequeño salió del episodio en perfecto estado de salud para felicidad de sus padres y satisfacción de los agentes de la Guardia Civil, hoy más que nunca, Benemérita.