La reunión de Ábalos con Sánchez y Calviño para el rescate de Air Europa obliga a la UE a rastrear sus fondos

Las pesquisas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en el informe de 233 páginas entregado al juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional, han puesto la lupa sobre «el 1», como la presunta «organización criminal» se refiere a Pedro Sánchez, y su entonces ministra de Economía Nadia Calviño, hoy presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), al hilo de la mediación del exministro José Luis Ábalos en el rescate concedido por el Gobierno a Air Europa, en pandemia, por valor de 475 millones de euros.

Un hecho relevante que obliga a las instituciones comunitarias, responsables del seguimiento de los fondos europeos destinados a los países miembros, a seguir el rastro del dinero y comprobar si la presencia en la operación de la que fuera máxima responsable de los mismos en España, Calviño, pudo comprometer recursos UE en la inyección de liquidez a la aerolínea de manera irregular.

El supuesto papel directo que los investigadores de la Guardia Civil atribuyen a Calviño en el rescate de Air Europa sitúa, además, a la economista y política en una posición muy delicada ya que la entidad que lidera en la actualidad, encargada de emitir emita deuda en los mercados, exige la máxima pulcritud a sus gestores.

Y ésta podría quedar en entredicho si se acredita que la decisión de que la primera beneficiada del rescate del Gobierno, en pleno estado de alarma, fuese Air Europa tiene más que ver con la influencia del cabecilla de la presunta trama corrupta, Víctor de Aldama, en Ábalos, para que hiciese gestiones orientadas al éxito de su misión, que con una razón objetiva destinada a salvar a la compañía aérea española de la quiebra.

El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en Consejo de Ministros su fondo de empresas estratégicas y lo estrenó con la aerolínea que fue la primera rescatada por la SEPI, junto con Duro Felguera, con 125 millones. Ambas eran clientes de Aldama

Los agentes han puesto sobre la mesa el encuentro de Ábalos con «el 1» [Pedro Sánchez] y Calviño pero, también, una segunda reunión del ex ministro de Transportes con la vicepresidenta, el 16 de julio de 2020, de la que su hombre de confianza y asesor, detenido como presunto miembros de la trama, Koldo García Izaguirre, informaba a Aldama: «Está hablando con Nadia».

Además, el propio Ábalos reportaba a Javier Hidalgo –CEO de la aerolínea– para confirmarle que «la ministra le ha dicho que la semana que viene está». Y así fue, el 21 de ese mismo mes la operación quedó aprobada.

Ahora, además, se ha sabido que el propio Aldama e Hidalgo –quien contrató los servicios del empresario y comisionista– se reunieron con el número 2 de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). Con posterioridad, el 28 de agosto de 2020, Koldo escribía de nuevo a Aldama, según las informaciones detalladas por la UCO para contarle que «el jefe [Ábalos] está en la SEPI con las otras dos [se presupone que Calviño y María Jesús Montero] para lo nuestro».

La SEPI fue el organismo a través del cual se articuló el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE) que la mismísima Nadia Calviño impulsó, siendo ministra, a través de una Adenda, permitiendo liberar fondos europeos de manera rápida para Air Europa. Una decisión que se confirmaba el 16 de julio de 2020, el mismo día en el que la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, se reunía con Hidalgo en Moncloa.

Cabe recordar que fue la propia Calviño quien propuso a la Comisión Europea que el FASEE quedase cubierto por los fondos europeos liberados en pandemia con la condición de que la utilización y trazabilidad de los mismos fuese verificada por «una auditoría independiente».

De manera que, ahora, las entidades europeas de fiscalización se verían obligadas a activar los mecanismos necesarios para comprobar si el uso del dinero comunitario empleado en el rescate de la aerolínea quedó comprometido, antes de tiempo y en una cantidad mayor de la debida, no en base a criterios objetivos sino como consecuencia de la intervención del «binomio Koldo-Ábalos» vinculado a la trama corrupta de Aldama.