Imagen policial de los dos encausados
Juicio al último grupo terrorista de España
La Fiscalía pide 15 años para los dos líderes de Resistencia Galega
La Policía les considera como el último reducto terrorista existente en España ya que el yihadismo no está conformado como un grupo como tal. Sus últimos líderes fueron detenidos y encarcelados en el año 2019 y este martes serán juzgados en la Audiencia Nacional.
La Fiscalía pide 15 años de prisión para Antón García y para Asunción Losada por ordenar y proporcionar los explosivos necesarios para cometer un atentado contra el Ayuntamiento de Baralla, un concejo de la provincia de Lugo, en 2014.
Se les considera los líderes del último grupo terrorista en España, más que nada porque no han anunciado su disolución como tal. Pero tampoco reivindicaban los atentados que cometía. El último, precisamente, el que se juzga este martes en la Audiencia Nacional. Aunque ya hace dos años fueron condenados a 28 años de prisión por pertenencia a organización terrorista.
La Estrategia Nacional contra el Terrorismo de 2019, elaborada por el Departamento de Seguridad Nacional, remarcaba que la principal amenaza terrorista era el yihadismo, sin ninguna duda, pero que existía un «terrorismo autóctono» en tendencia descendente de actividad pero que seguía suponiendo «una amenaza latente».
También la Policía les consideraba grupo terrorista, al menos, hasta el año pasado, 2023, cuando el Gobierno envió una carta a Europol para tratar de desvincular a los radicales independentistas catalanes del terrorismo.
El último atentado
Según recoge la Fiscalía, en aquel último atentado, sobre las 00:30 horas del 1 de octubre de 2014, Raúl Agulleiro Cartoy, ya condenado por estos hechos, «siguiendo las órdenes e instrucciones impartidas por los procesados» se dirigió a la localidad de Baralla con el artefacto explosivo facilitado por ellos y lo colocó en el ayuntamiento, «en el lateral izquierdo de la puerta de entrada sobre el peldaño que da acceso al inmueble».
La bomba estalló sobre las 04:45 horas causando «graves daños» en el inmueble, «con arrancamiento y destrucción total de la puerta de entrada, arrancamiento de material de obra del suelo y muro de la fachada, grietas y desplazamientos en fachada y columnas del soportal».
Además, la deflagración provocó derribos en el interior, arrancamiento de puertas, rotura de ventanas, caída de falsos techos y daños en el mobiliario. En total, la Fiscalía apunta que los daños causados han sido tasados pericialmente en 222.488,32 euros.
