Un legionario, huesos enterrados en el garaje y una amenaza: «Te voy a hacer lo mismo que a tu madre»

Este martes debería haberse celebrado un juicio en la Audiencia Provincial de Málaga por tentativa de asesinato, pero la vista oral ha quedado suspendida. Loubna, española residente en Melilla, había acusado a su ex marido, un legionario de 61 años, de intentar acabar con su vida. La historia de esta mujer, de sonrisa permanente desde que se separó, aterra. Antes de casarse con ella, lo hizo con su madre, que desapareció de la noche a la mañana.

«Una mañana me levanté en el año 96, era un sábado, y fui al colegió, era un colegio musulmán por eso el sábado. Yo tenía unos 12 años y ella venía recogerme. Me sorprendió porque el legionario, su marido, que no mi padre, vino a por mí. Me gritaba que subiera al coche. En vez de llevarme a casa me trasladó a la vivienda de un amigo. Le preguntaba dónde estaba mi madre y no me daba respuesta, hasta que un día enfadado me dijo que se había ido. «No vuelvas a preguntar ni a llorar por ella porque no va a volver más», me dijo. ¡Que me había abandonado! ¡Que no quería saber más de mí!».

La pobre niña no tenía más familia. Y los servicios sociales no se enteraron de que Loubna se había quedado sola. «Nadie puso denuncia y nadie se enteró de nada», recuerda. Vivió con su padrastro hasta que a los 17 años se quedó embarazada de él por primera vez. El legionario la había convertido en su pareja. «Hemos tenido 6 hijos en común. Nos casamos en el 2007. La convivencia no era ni buena ni mala. Gritaba mucho, a lo mejor un tortazo, pero nada más. Yo era muy joven y aguantaba porque pensaba que era lo normal. Según iba creciendo me daba cuenta de las cosas. Me aisló, no podía salir, no podía hablar con nadie, me pegaba, me gritaba, yo era como una esclava en casa y no podía ir a ningún lado».

Loubna maduró a base de palos. El legionario perdió una pierna debido a una enfermedad circulatoria y eso le amargó más el carácter. La rabia la pagaba con su mujer. El 18 de marzo de 2022 la intentó asesinar. «Esa mañana llevé a los niños al colegio y regresé a casa. Entré, fui a mi dormitorio a coger cosas y al bajar, me encontré las luces apagadas, quise encenderlas pero no me dejó. Me agarró del brazo, me quito la mochila y el teléfono y me agredió con un objeto contundente en la cabeza. Caigo al suelo y me levanta de los pelos y me dice: Tira, en dirección al garaje, que vas a acabar como tu madre. Ahí me di cuenta de que la había matado».

La policía excavó en el garaje y encontró huesos humanos. El problema es que debido al tiempo transcurrido no ha sido posible determinar si eran de su madre porque no se ha logrado extraer ADN. Ese caso ha quedado archivado, al ser imposible de determinar la identidad del fallecido o fallecida. El entorno de Loubna cree que la Policía se dejó una parte del garaje sin cavar y que hay pueden estar los restos que faltan de su madre.

En cualquier caso, el intento de asesinato por el que fiscalía y acusación piden 11 años de cárcel se reanudará dentro de unos días. El antiguo legionario asegura que todo es falso, pero el parte médico de la víctima le quita la razón.