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Juan Montenegro, uno de los fundadores de la UMEAntena 3

Un fundador de la UME desmiente al Gobierno: «La cifra de soldados que se manda a un sitio la decide Defensa»

Juan Montenegro aclara el protocolo de despliegue militar en situaciones de emergencia tras la DANA

En medio de la crisis generada por la DANA, el teniente general retirado Juan Montenegro, quien fue uno de los fundadores de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ha desmentido al Gobierno en relación con la gestión del despliegue de las fuerzas armadas ante desastres naturales. Durante su intervención en el programa Más Espejo, Montenegro subrayó que es el Ministerio de Defensa el que tiene la última palabra sobre la cantidad de soldados enviados a una emergencia, y no el Ministro del Interior, como se ha indicado en algunas declaraciones oficiales.

Montenegro detalló que las emergencias se clasifican en distintos niveles, comenzando desde el Nivel 0, donde un Ayuntamiento maneja la situación, hasta el Nivel 3, que corresponde a emergencias de gran magnitud donde el Ministro del Interior asume la responsabilidad. Sin embargo, aunque el Ministro del Interior puede declarar el Nivel 3, la decisión sobre cuántas tropas se envían y cómo se distribuyen esos recursos corresponde exclusivamente al Ministerio de Defensa. Este aspecto es crucial, ya que una respuesta adecuada requiere una coordinación precisa y la movilización de recursos militares que sólo puede ser efectuada desde la instancia correspondiente.

El teniente general también mencionó la importancia de que, al activarse el Nivel 3, se designe al teniente general de la UME como director operativo, quien tiene la responsabilidad de coordinar los esfuerzos de rescate y ayuda. Pero, a pesar de la gravedad de la situación, que ha llevado a la activación de este nivel debido a la devastación provocada por la DANA, el número exacto de efectivos enviados sigue siendo un tema de debate y confusión.

Montenegro destacó que la activación del Nivel 3 implica que se establezcan unidades tácticas en cada localidad afectada, con un control claro sobre los recursos disponibles. En este contexto, el papel de Defensa se torna vital, ya que son ellos quienes deben evaluar la magnitud del desastre y decidir el número de efectivos que se desplegarán en el terreno. Esto contrasta con la percepción pública de que el Ministro del Interior es quien tiene la autoridad sobre la respuesta militar.

Asimismo, en sus declaraciones, Montenegro hizo hincapié en la necesidad de una respuesta coordinada y bien organizada. Una actuación efectiva en situaciones de emergencia no sólo depende de la cantidad de personal enviado, sino también de cómo se gestionan esos recursos y se distribuyen las tareas entre los diferentes cuerpos de emergencia. La experiencia acumulada en desastres pasados, como el terremoto de Lorca, subraya la importancia de una preparación meticulosa y la claridad en la cadena de mando.

Con la DANA aún generando estragos, las palabras de Montenegro revelan una discrepancia importante entre la gestión del Gobierno y la realidad operativa en el terreno, lo que pone en cuestión la eficacia de la respuesta ante crisis en España. La coordinación entre el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa es más crucial que nunca para garantizar que las comunidades afectadas reciban la ayuda necesaria en el menor tiempo posible.