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La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, interviene durante la sesión de control al Gobierno, este miércoles, en el Congreso de los DiputadosEFE

El PSOE propone que «un ciudadano» pueda preguntar en las sesiones de control

El partido busca crear un «escaño ciudadano» en el Congreso y el Senado, pero sugiere esta medida tras un historial de falta de apertura y transparencia

En un intento por revitalizar su imagen y demostrar un compromiso con la participación ciudadana, el PSOE ha propuesto establecer un «escaño ciudadano» en el Congreso de los Diputados y en el Senado. Este nuevo espacio estaría destinado a que representantes de la sociedad civil pudieran formular preguntas en las sesiones de control al Gobierno y presentar proposiciones no de ley e iniciativas legislativas. Sin embargo, esta propuesta plantea interrogantes sobre la sinceridad del PSOE en su esfuerzo por abrir canales de comunicación con la ciudadanía, especialmente cuando se analiza su historial de falta de apertura en momentos críticos.

Durante la pandemia de COVID-19, el Tribunal Constitucional tuvo que intervenir para recordar al Gobierno la importancia de mantener las Cortes abiertas. Durante más de seis meses, el Parlamento estuvo cerrado, lo que limitó el acceso de los ciudadanos a sus representantes y puso en entredicho el compromiso democrático del PSOE. En este contexto, la propuesta del «escaño ciudadano» puede parecer más una estrategia de relaciones públicas que un verdadero compromiso con la participación democrática.

La hipocresía del PSOE se hizo evidente recientemente en la gestión de la DANA en Valencia. En este caso, se canceló la sesión de control, a excepción de aquella que tenía como objetivo asaltar RTVE. Esta situación pone de relieve una tendencia preocupante en la que las prioridades del partido parecen alinearse más con intereses políticos inmediatos que con un compromiso auténtico hacia la rendición de cuentas ante la ciudadanía.

Además de la creación del «escaño ciudadano», el PSOE ha propuesto sustituir el actual esquema de políticas activas de empleo por un «sistema integrado de formación continua». Esta propuesta, que busca permitir a trabajadores y desempleados actualizar sus competencias, también puede verse como una respuesta tardía a las críticas sobre la falta de medidas efectivas para enfrentar el desempleo y la precariedad laboral, que han ido en aumento en los últimos años. Esta falta de acción en el pasado ha dejado a muchos jóvenes sin las herramientas necesarias para enfrentar un mercado laboral en constante cambio.

El PSOE también ha planteado la creación de un programa estatal de becas que permita a los jóvenes con buenos expedientes y rentas bajas dedicar tiempo a preparar oposiciones a los principales cuerpos funcionariales del Estado. Sin embargo, en un contexto de creciente desigualdad en el acceso a oportunidades educativas, muchos podrían ver esto como un intento de dar un parche a un problema mucho más profundo.

Finalmente, la propuesta de una Ayuda Universal para la Ciudadanía, que integraría todas las prestaciones no contributivas en un único sistema, podría ser vista con cierto optimismo. Sin embargo, la falta de confianza en la gestión actual del PSOE podría hacer que muchos duden de su capacidad para implementar un sistema que realmente beneficie a todos y que evite la burocracia excesiva que caracteriza al actual sistema de ayudas.