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El ministro Ángel Víctor Torres, durante su comparecencia en el CongresoEFE

El Gobierno escapista

Vox lidera las críticas a la irresponsabilidad de Sánchez en la DANA frente al perfil bajo del PP

Tanto el presidente como Feijóo faltan al primer debate en el Congreso sobre la gestión de la catástrofe. El ministro Torres defiende que el Ejecutivo no declarara la emergencia nacional

La ministra de Igualdad ni siquiera se molestó en levantar la vista de su teléfono móvil cuando la portavoz de Vox en el Congreso se dirigió a ella desde el atril para recriminarle aquella frase que llevó escrita a una reunión la semana pasada y que le perseguirá siempre: «Es nuestro momento», en alusión a la DANA. Ana Redondo no se inmutó en su escaño y siguió tecleando en la pantalla. Tampoco, a su lado, la ministra de Ciencia y líder de los socialistas valencianos, Diana Morant.

Al menos ellas sí asistieron al primer debate monográfico en la Cámara Baja sobre la gestión de la catástrofe, 16 días después de aquel fatídico 29 de octubre. No puede decir lo mismo el presidente del Gobierno. En ausencia de Pedro Sánchez (volviendo de una oportuna Cumbre del Clima en Azerbaiyán), su escaño vacío lo ocupó María Jesús Montero colocando una pila de papeles. Al menos, la vicepresidenta primera no dejó el bolso.

«¿Dónde está el señor Sánchez?, ¿dónde está la señora Ribera? Porque son ellos y no usted quienes deberían estar dando explicaciones», le reprochó el diputado del PP César Sánchez al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, en quien el presidente y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica delegaron la primera comparecencia del Gobierno en el Parlamento.

Pero no fue el PP, sino Vox, el que lideró la oposición a la actuación del Gobierno central en esta tragedia. Los populares optaron por un perfil bajo, un día antes de la comparecencia del presidente Carlos Mazón en las Cortes valencianas. El elegido del grupo parlamentario popular para interpelar al ministro fue el diputado por Alicante y portavoz del PP en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico; pero no el portavoz del grupo popular, Miguel Tellado, ni tampoco la secretaria general del partido, Cuca Gamarra. A mayores, Alberto Núñez Feijóo se ausentó durante todo el debate, aunque según su equipo quien tenía que haber estado desde el principio en su escaño era Sánchez y no el líder de la oposición, ocupado en otras tareas.

El diputado popular se limitó a reprochar al Ejecutivo que no hubiera declarado la emergencia nacional e incluso le dio a coger la «mano tendida del PP para trabajar juntos en la reconstrucción de tantos pueblos». Por el contrario, la portavoz de Vox fue implacable. Pepa Millán centró la responsabilidad en el Gobierno de Sánchez, pero también denunció la «incapacidad» del Gobierno valenciano, con la libertad que le da la providencial salida de Vox del mismo (y del resto de gobiernos que compartía con el PP) el pasado julio.

La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa MillánEFE

La portavoz del partido de Santiago Abascal, que la semana pasada interpuso una querella contra Sánchez por homicidio imprudente, habló de un «Gobierno malintencionado que ha actuado con dolo, vengándose de los valencianos por no haber elegido un Gobierno del PSOE». Y que entre sus prioridades tiene asaltar RTVE, perpetuar al director adjunto operativo de la Policía Nacional, tapar la cuarta imputación de Begoña Gómez y el registro del despacho del fiscal general del Estado y subir los impuestos, según enumeró, pero nunca los españoles. «Tomar el mando no era una opción, era un deber porque la ley les obligaba a ello», afirmó Millán, haciendo referencia a la información publicada por El Debate el lunes.

Ésta incluso hizo una enmienda a la totalidad del Estado de las Autonomías, que tildó de «fallido» y de «cadáver sostenido por el bipartidismo», generador de «miles de puestos políticos incompetentes». También al «fanatismo climático» de la izquierda, en nombre del cual se han derrumbado presas, afirmó. Una declaración que el ministro de Política Territorial negó después. «En 24 años no se ha destruido una presa, es un bulo», sostuvo.

Torres se dedicó a defender, a alabar incluso, la labor del Ejecutivo y su decisión de no declarar la emergencia nacional por operatividad. El diputado del PSOE Alejandro Soler secundó al ministro, y recordó que Mazón era «el máximo responsable de la emergencia», por más que ahora los populares señalen al Gobierno central. «Tiempo habrá para el examen minucioso de los acontecimientos, para las comisiones de investigación y los procedimientos judiciales», continuó el portavoz socialista, haciendo suyo el mantra que en estas semanas repiten ministros y cargos del PSOE.

Compromís -que pertenece al grupo parlamentario de Sumar- echó toda la culpa a la Generalitat valenciana de Carlos Mazón. «El Gobierno valenciano está de mierda hasta el cuello». «El PP y Mazón han de dimitir y el empezar a preparar la defensa judicial», destacó su portavoz, Àgueda Micó. La diputada también pidió a Sánchez que tome el mando, y el único reproche que le hizo que ni su Gobierno ni el PSPV hayan pedido la dimisión de Mazón.

«Hay que decirlo claro: el Gobierno del señor Mazón, el Gobierno del PP, el Gobierno del señor Feijóo, no solo ha hecho una gestión irresponsable de esta tragedia. Ha hecho una gestión directamente homicida», añadió después la portavoz de Podemos, Ione Belarra.

El PNV hizo de voz de la conciencia e instó a revisar los protocolos y las zonas inundables. ERC y Bildu acusaron a «la derecha y la ultraderecha» de esparcir bulos aprovechando una desgracia, y de convertirla en poco menos que un «15M facha», en palabras del republicano Gabriel Rufián.

Este jueves el debate político sobre la DANA se trasladará a las Cortes valencianas, con muchas expectativas puestas en la comparecencia del presidente Mazón y no pocas en la actitud con la que acuda el PSPV de Diana Morant.