Abascal no ve mal una moción de censura, pero no confía en los socios de Sánchez: «Quieren un Gobierno débil»
El líder de Vox cree que no se ha visto lo peor del presidente del Gobierno y tiene «poca esperanza» en que dimita voluntariamente porque «necesita todo el poder para defenderse de la acción judicial»
Santiago Abascal subraya que los socios del Gobierno son un bloque «unido por la falta de amor a España» y que «disfrutan» de un Gobierno débil porque esto les permite debilitar al país, por eso cree que se deben tener «muy pocas esperanzas» a la hora de pensar que hay posibilidad de que den la espalda a Sánchez y se sumen a una moción de censura para desbancarle de Moncloa.
Lo ha expresado este viernes ante los micrófonos de Herrera en Cope, después de que ayer, tras conocerse el contenido de la declaración de Víctor de Aldama, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, dijera, sin mencionar de forma explícita el término moción de censura, que si alguno de los socios del Gobierno quería acabar con esta situación, él estaba «a disposición para abrir una nueva etapa».
En este sentido, el líder de Vox, si bien ha indicado que no le parece mal presentar una moción –su partido presentó dos la pasada legislatura–, ha pedido «no confundir a los españoles sobre la posibilidad de que los partidos separatistas, que quieren un Gobierno débil, puedan llegar a apoyar una moción de este tipo», ha advertido. Cabe recordar que cuando sonó hace unas semanas la posibilidad de que se presentara una, aunque el PP rechazó la idea por no contar con los apoyos necesarios, Vox remarcó que la condición que exigían para apoyarla es que se convocaran elecciones de forma inmediata.
Ha trasladado que siente una «gigantesca responsabilidad y preocupación» ante la situación de España y de toda Europa, y que la declaración de Aldama en la Audiencia Nacional fue «un señalamiento claro, preciso, de aquellos a los que había corrompido» y que esto, con otras cosas, «haría caer un Gobierno en cuestión de minutos en cualquier sociedad democrática».
Por otra parte, el presidente de Vox no cree que Sánchez vaya a abandonar Moncloa, porque «necesita todo el poder para defenderse de la acción judicial», y tampoco lo hará pese a su debilidad parlamentaria, que se volvió a poner de manifiesto esta semana con el paquete fiscal, y subraya así la «capacidad de aguante por su ausencia de escrúpulos» del jefe del Ejecutivo. De Sánchez ha asegurado que «no hemos visto lo peor», y le ha deseado «un juicio justo». Vox pidió ayer su imputación, así como la de cuatro de sus ministros, después de las afirmaciones de Aldama, y promete que no parará hasta verle sentado en el banquillo.
En cuanto a su relación con el PP, Abascal ha recalcado que el problema «no es la voluntad de Vox» para que haya un entendimiento, sino la del PP para «tener un entendimiento con el PSOE». Así, ha insistido en que la oposición debe tener una posición de «distancia infinita» con un Gobierno «dispuesto a cualquier tipo de cosa», y ha recriminado a los populares que en ocasiones vayan a «salvar» al Ejecutivo socialista, ayudándoles a aprobar, por ejemplo, el decreto de ayudas a la DANA que ha tildado de « trampa». «Tenemos la mano tendida al PP permanentemente, pero el PP ha decidido virar esos pactos hacia el PSOE», ha mantenido.
También se ha abordado en su entrevista radiofónica el nombramiento de Teresa Ribera como comisaria, tras conocerse esta semana el acuerdo entre populares y socialistas principalmente para ello. Abascal ha querido remarcar que su grupo, Patriots, que ahora preside, votó en contra «en bloque», de hecho, ha asegurado que han votado en contra de todos los comisarios salvo del propuesto por Giorgia Meloni, y ha negado que haya acuerdo alguno con Orbán para nombrar a la ministra.
Según ha defendido, el PP podría haber impedido que Teresa Ribera estuviera en ese acuerdo de comisarios entre los dos grandes grupos de la Eurocámara, a ello le instó los últimos días Vox para evitarlo, y ha insinuado que la delegación española del PP debería «tomar algún tipo de decisión» una vez se confirme el nombramiento por no haber podido convencer al PPE.