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Santiago Abascal y Pepa Millán en el Congreso de los DiputadosEuropa Press

La oposición judicial a Sánchez y el «hartazgo social» impulsan a Vox en las encuestas

Santiago Abascal ve su partido como «la única alternativa a una corrupción socialista y a un bipartidismo que sigue teniendo tics de pacto permanentemente»

Este mes de noviembre se han cumplido cinco años desde las elecciones generales de 2019, en las que Vox logró 52 escaños. Desde entonces han pasado muchas cosas, que no han hecho sino acrecentar la postura del partido de Santiago Abascal de «distancia infinita» con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Además de los pactos que le dieron al dirigente socialista la primera y la segunda investidura y las cesiones que han venido después, y sus políticas climáticas y migratorias, se suman, entre otras cosas, los casos de corrupción que acorralan al Ejecutivo, al PSOE y al entorno más próximo de Sánchez y la gestión de la tragedia de la DANA, por la que Vox se ha querellado contra el presidente del Gobierno y varios ministros por homicidio imprudente y omisión del deber de socorro.

La formación ha exigido en numerosas ocasiones la dimisión de Sánchez y de todo su Gobierno y la convocatoria de elecciones, y estos últimos acontecimientos no han hecho sino agrandar la lista de motivos que le hacen reclamar con más fuerza si cabe, por su gravedad, que abandonen la Moncloa y devuelvan la voz a los españoles en unas elecciones generales.

Esta semana, tras la comparecencia de Sánchez en el Congreso con motivo de la catástrofe, Abascal aseguró que el presidente socialista no dirige un Gobierno, sino «una macro red de corrupción política, económica y moral» y le recriminó toda su actuación desde que se produjeron las inundaciones y riadas en Valencia, parte de Castilla-La Mancha y parte de Andalucía.

«Lo que no sabíamos era el grado de crueldad y de sadismo del que era capaz. Y solo los tiranos muy crueles y muy sádicos son capaces de perseguir con policías y fiscales a sus propias víctimas», denunció entonces, en alusión a la detención de vecinos de las zonas afectadas por los incidentes de Paiporta durante la visita de Sánchez. Y prometió resarcir, e indultar «si es necesario», a «todas las víctimas» del jefe del Ejecutivo cuando dependa de Vox.

Además de la querella presentada por la gestión de la tragedia, cabe recordar que el partido de Abascal está personado como acusación popular en todas las causas judiciales que cercan a Sánchez en los tribunales. De hecho, tras las declaraciones de Víctor de Aldama pidió la imputación del presidente del Gobierno, que ha sido señalado directamente por el empresario y presunto cabecilla de la trama Koldo. Desde este caso hasta el de la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, y el de su hermano, David Sánchez, al que la juez que instruye la causa le acaba de citar tras los informes de la UCO.

Esa oposición judicial forma parte de la «oposición total» que ejerce contra el Gobierno y que reclama al PP en las últimas semanas. A través de iniciativas parlamentarias con propuestas radicalmente distintas a las llevadas a cabo por el Ejecutivo, desde las relativas a poner fin a las políticas inspiradas en el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030 a las relacionadas con frenar la inmigración ilegal o derogar la ley de Memoria Democrática.

Pero también rechazando toda reunión con el Gobierno, como han evidenciado recientemente negándose a acudir a las convocadas por el ministro Bolaños para hablar sobre las consecuencias de la DANA al entender que suponía blanquearle. «Solo hay una alternativa, que es la oposición absoluta, la confrontación total con este Gobierno. No se le puede conceder absolutamente nada, ni una reunión», afirmaba Santiago Abascal en su entrevista con El Debate, lanzando un reproche a los populares por acudir a Moncloa.

En las encuestas publicadas recientemente, Vox ha experimentado en muchos casos un aumento significativo. Por ejemplo, en la encuesta de Target Point para este periódico, el partido de Abascal era la única formación que subía -frente a un PSOE y a un PP que bajaban después de la DANA y, en el caso del primero, después de las informaciones sobre los casos de corrupción-, y lo hacía algo más de dos puntos porcentuales, hasta el 14,6 %, que en escaños se traduciría en 42-44.

Otros sondeos también recogen esa subida. Como la de GAD3 para Mediaset, que es la que le da los resultados más altos, 54 escaños (15,6 %); la de Sociométrica, para El Español, que le otorga 40 (13,5 %); o la de Ipsos, para La Vanguardia, 45.

Desde el partido no hacen valoraciones sobre los sondeos, ya sean pesimistas u optimistas en sus pronósticos. Preguntado por ello en su entrevista con este periódico, Abascal señaló que ve «claramente el apoyo popular en la calle» y también «el hartazgo social». «Al final, Vox es la única alternativa a una corrupción socialista y a un bipartidismo que sigue teniendo tics de pacto permanentemente. Creo que eso hará que Vox más pronto que tarde sea un partido que va a recibir el respaldo mayoritario de los españoles», auguró.