Santiago Abascal: «No hay un solo límite del Estado de derecho que a Sánchez le parezca respetable»

Santiago Abascal augura desde hace tiempo que «lo peor de Pedro Sánchez está por llegar», y ahora, viéndole cercado por la corrupción, cree también que «lo peor para él está por llegar». «Es muy importante señalar la gravedad de la situación, señalar todo aquello de lo que creemos que es capaz, para que se entienda que con él no hay que tener ningún tipo de componenda. Creo que los españoles lo entienden, pero no toda la oposición lo entiende», afirma en su visita a la redacción de El Debate.

— ¿Qué percepción le queda después de la declaración de Víctor de Aldama en la Audiencia Nacional?

— En realidad, de poca sorpresa. Creo que padecemos un Gobierno caracterizado por todo tipo de corrupciones, que ha llegado mintiendo a los españoles de una manera brutal, caracterizado por la corrupción moral, que es capaz de indultar a golpistas y a violadores. ¿Por qué no iba a ser capaz de robar? Un presidente del Gobierno cuya mujer está imputada, cuyo hermano también, cuyo número dos también. Creo que estamos ante una mafia, no ante un Gobierno, y ante el presidente con menos escrúpulos que ha tenido España probablemente en siglos.

— ¿Cree que lo que ha contado es solo la punta del iceberg y que contará más?

— Creo que no habría sido puesto en libertad si no colabora con la justicia y no entrega pruebas. Eso nos tiene que hacer pensar que lo que ha dicho es verdad. No tengo ninguna duda de que según avance la investigación sabremos cosas que nos helarán la sangre. Creo que lo peor de Sánchez sigue estando por llegar y también creo que lo peor para él está por llegar.

— ¿Cómo valora la reacción del Gobierno y del propio Pedro Sánchez, que han tildado de falso lo declarado por Aldama y han presentado una querella contra él?

— En primer lugar, no pueden querellarse contra una persona que está declarando en sede judicial y que además no tendría por qué decir la verdad. Creo que el Gobierno solo intenta quitar crédito a esas denuncias y va a poner en marcha cualquier tipo de estrategia para eludir la acción de la justicia. No debería sorprendernos nada de lo que vaya a hacer Sánchez. Es capaz de llevarnos a estadios de ataque al sistema democrático y a las libertades y de destrucción de la prosperidad muy superiores de los que estamos viviendo.

Lo que ha pasado en España con la DANA es gravísimo y debe haber un antes y un después

— Tras las informaciones que hemos conocido este lunes sobre Álvaro García Ortiz, ¿qué cree que puede pasar con el fiscal general del Estado?

— Creo que ya está visto lo que puede pasar si de Sánchez depende. No va a pasar nada, porque les da igual una imputación. Estamos hablando precisamente de la falta de límites. No hay un solo límite del Estado de derecho que a Sánchez le parezca respetable. Va a utilizar la Fiscalía General del Estado, el TC, el dinero de los españoles para comprar medios de comunicación y para perseguir medios, va a utilizar las Fuerzas y Cuerpos de seguridad para perseguir a las víctimas que él mismo ha provocado en Valencia, como a los que mandó detener...

Lo que tenemos que hacer es estar preparados y saber que solo hay una alternativa, que es la oposición absoluta, la confrontación total con este Gobierno. No se le puede conceder absolutamente nada, ni una reunión. No puede ser que el día después de declarar Aldama, el PP esté enviando a tres presidentes autonómicos con «ánimo constructivo» a reuniones con Pedro Sánchez.

— Hace un mes que se produjo la tragedia de la DANA. ¿Va a haber un antes y un después?

— Desde luego, en Valencia sí. Para las familias, para las personas que han perdido su casa, su negocio, a sus seres queridos... Y creo que es responsabilidad de los políticos decentes hacer que también llegue a la política. La negligencia ha presidido la acción política en el lanzamiento de alertas, pero después, la crueldad ha presidido la acción política de Pedro Sánchez para negar la ayuda, retrasar el envío de militares, decir aquella frase infame de que si necesitan ayuda, la pidan, decir que no hacía falta ayuda internacional y rechazarla.

Creo que la actuación del presidente del Gobierno es criminal y por eso le hemos puesto una querella y pretendemos sentarle en el banquillo. Y deberíamos hablar del fanatismo climático, que mata, que impide limpiar los cauces. Lo que ha pasado en España es gravísimo y debe haber un antes y un después. Y creo que hay políticos que deben pagar, y no solo las urnas, sino en los tribunales.

— El pasado jueves, el Gobierno llevó al Congreso su decreto de ayudas, que Vox no apoyó por considerarlo engañoso e insuficiente. ¿Qué cree que va a ocurrir con la reconstrucción?

— Va a pasar lo mismo que con los afectados del volcán de La Palma, que muchos siguen en barracones. Si el Gobierno pretende ayudar a los afectados con unos créditos y unas migajas, no va a haber recuperación. Todos los presupuestos del Estado y de la Comunidad Autónoma deberían estar volcados exclusivamente en la reconstrucción. Creo que ese decreto no se puede apoyar. Es engañar a los valencianos, es insultarles.

— Desde Vox han señalado a Teresa Ribera como una de las responsables. De hecho, se han querellado contra ella por su gestión. Tras el pacto entre populares y socialistas para nombrarla comisaria europea, se han mostrado muy críticos con el PP. Usted llegó a insinuar que el PP español debería tomar algún tipo de decisión importante, incluso que deberían salir del grupo…

— No solo lo insinúo, sino que lo afirmo. Su nombramiento es un insulto, es un acto de degradación contra las víctimas de la tragedia de Valencia. El PP no puede hacer como que está en contra y permanecer en un grupo que vota a favor.

Si de verdad es tan grave como lo es para nosotros, el PP español debería abandonar el PPE o debería explicar a los españoles por qué no tienen ninguna influencia en el organismo europeo del que forman parte. No vale con hacer un teatrillo y haber intentado engañar a los españoles diciendo que Orbán también tenía la culpa y que tampoco lo ha impedido. Orbán no ha pactado absolutamente nada para apoyar a Teresa Ribera. Es más, Patriots ha votado en bloque en contra del nombramiento.

— Usted reclama al partido de Alberto Núñez Feijóo una oposición total al Gobierno. ¿Qué tiene que pasar para que el PP y Vox lleguen a un entendimiento?

— ¿Qué tiene que pasar para que el PP haga lo que tiene que hacer? ¿Para que entienda que estamos ante un Gobierno criminal? ¿Para que entienda que no se puede tolerar absolutamente nada a Sánchez ni un minuto más, que estamos ante una situación fuera de toda normalidad política? ¿Para que renuncie a los pactos en Europa con los socialistas, a los pactos ya ejecutados en el CGPJ, en el TC, en RTVE, en el Tribunal de Cuentas, en las comisiones parlamentarias? ¿Para que renuncie a los acuerdos para repartir menas por toda España?

¿Qué tiene que pasar para que el PP se dé cuenta de lo que es Sánchez? ¿A qué está esperando? ¿A que le caiga el poder como una fruta madura sin hacer nada? ¿A que Sánchez se desgaste mientras nos desgasta a los españoles? El día que el PP decida incorporarse a la oposición le daremos la bienvenida. Pero en estos momentos no está en la oposición, está instalado en la confusión y está intentando confundir a los españoles.

— ¿Ha hablado usted recientemente con Alberto Núñez Feijóo?

— Sí.

— ¿Le ha llegado a plantear esa idea que vino a lanzar el otro día, sin mencionarlo, sobre una posible moción de censura?

— No me la ha planteado, la he visto por los medios de comunicación.

— ¿Y cree que si la investigación sigue adelante, partidos como el PNV podrían dar la espalda a Pedro Sánchez?

— No tengo ninguna esperanza en el separatismo. El separatismo quiere una España debilitada y, por lo tanto, tiene intereses en un Gobierno débil. No sé si en algún momento dado la corrupción de Sánchez, de su familia y de su partido acabará dañando las expectativas electorales de sus cómplices de investidura, pero por ahora eso no está en el guion. Lo que han dicho con toda claridad es que ellos no van a participar de ninguna otra alternativa. Y además, no hay alternativa posible junto a nosotros.

¿Qué tiene que pasar para que el PP se dé cuenta de lo que es Sánchez?

Ya hemos hablado mucho de esto de la moción de censura. Hemos presentado dos. El PP votó en contra de una y se abstuvo en la otra. Ahora fantasean con la idea de presentar una. Creo que no es bueno confundir a los españoles sobre las posibilidades de que el separatismo vote a favor. Incluso hasta podría tener cosas negativas, porque quieran a cambio cosas que no se les pueden conceder de ninguna manera.

Por lo tanto, lo que tendría que contestar el PP antes de plantearla es si de verdad va a pasar a la oposición y va a romper los pactos con el PSOE. Si está dispuesto en esas circunstancias a presentarla para convocar elecciones inmediatamente y dar a los españoles la palabra mientras la justicia, además, puede avanzar y sentar a Sánchez en el banquillo, desde luego puede contar con nosotros. Pero nos parece que ese punto no ha llegado, que esa no es la propuesta del PP.

— Decía usted en su declaración institucional hace unos días que quizá muchos españoles sentían una sensación de zozobra ante el panorama nacional. ¿Qué le diría a los españoles que ven que hay Gobierno para rato, como dice el propio Ejecutivo, y ven que PP y Vox no atraviesan un momento de entendimiento?

— Les diría que se preparen para resistir, porque estamos ante un Gobierno que es capaz de aguantar cualquier cosa y de pactar con el diablo con tal de permanecer en el poder. Les animaría a la resistencia y al combate civil en las calles, a salir a manifestarse. Nosotros cumpliremos con nuestra obligación en las instituciones y en los tribunales. Y les animaría a que fuercen al PP a hacer oposición de verdad.

Insisto en que el problema no es la relación entre el PP y Vox. Si yo puedo hablar con el señor Feijóo; es un hombre muy cordial, que me resulta simpático. El problema es que no hay una coincidencia en el diagnóstico. Es que el PP se piensa que puede hacer oposición a tiempo parcial y que un día puede hacer una intervención muy contundente o fantasear con una moción de censura y al día siguiente enviar a tres presidentes autonómicos a reunirse con Sánchez. Eso es incompatible y una estafa. Le diría a los españoles que se preparen para resistir la traición de unos y la estafa de otros. Y que mientras tanto Vox estará aquí, ofreciendo esperanza y diciendo exactamente lo mismo que decimos desde hace mucho tiempo.

— Las últimas encuestas, como la que publicamos esta semana en El Debate, le dan una subida. Ustedes no hacen valoraciones al respecto, pero más allá del número de escaños o el porcentaje, la tendencia es al alza. ¿Qué cree que puede influir en ese crecimiento?

— Como bien ha dicho, no hacemos mucho caso de las encuestas ni cuando nos pronostican malos resultados ni cuando nos pronostican crecimiento, pero yo veo claramente el apoyo popular. En la calle, entre los afiliados, en nuestra movilización. Y veo el hartazgo social. Al final, Vox es la única alternativa a una corrupción socialista y a un bipartidismo que sigue teniendo tics de pacto permanentemente. Creo que eso hará que Vox más pronto que tarde sea un partido que va a recibir el respaldo mayoritario de los españoles.

— ¿Qué lectura hace de la victoria de Donald Trump?

— Es una gigantesca reacción frente al globalismo, frente a la pérdida de control de sus propias vidas de las clases medias en Norteamérica, frente a la inmigración masiva, frente a la dictadura woke y frente a la imposición izquierdista en todos los niveles. Pensaban que era imposible echarles del poder, pero se ha logrado contra todo pronóstico. Eso implica un cambio de tendencia mundial que se está viviendo en Europa. Este mismo lunes, en una región de Austria, el socio de Vox ha ganado con el 36 % de los votos y creo que eso es lo que va a seguir pasando cada vez más, porque hay problemas que los viejos partidos no han sido capaces de afrontar.

— Se cumple ahora un año del triunfo de Javier Milei. Usted estará en unos días en la CPAC que se celebra precisamente en Buenos Aires. ¿Qué balance hace de este primer año y que supone que su llegada esté teniendo resultados?

— También un gran triunfo contra pronóstico. Haber logrado que la inflación se desplomase en Argentina es una proeza que hace que sus niveles de popularidad se mantengan. Pero no solo eso. Estamos ante un político que habla con toda claridad, que es capaz de dar la batalla cultural contra la izquierda en todos los órdenes, que no solo está influyendo de una manera extraordinaria en su propio país, cambiándolo y devolviendo la esperanza y la prosperidad, sino en todo el mundo.