Investigación
La UCO rastrea mensajes de Koldo con los directores de la Policía y Guardia Civil tras localizar sus móviles personales en su agenda
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está analizando una a una todas las relaciones que mantuvo Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, durante el tiempo que la trama desvió fondos públicos para el cobro de comisiones ilegales. Entre los contactos que figuran en el dispositivo de la mano derecha de Ábalos se encuentran el de Francisco Pardo Piqueras, director de la Policía Nacional, y el de María Gámez, la directora de la Guardia Civil que dimitió tras la imputación de su marido en una derivada judicial de los ERE de Andalucía.
La verificación de los contactos que Koldo que están llevando a cabo los investigadores tiene que ver con el chivatazo que la trama recibió durante el tiempo que estaban siendo investigados antes de que se practicaran las detenciones. Si bien la red contó con la ayuda de Rubén Villalba, comandante de la Guardia Civil, los agentes de la UCO buscan el origen de más filtraciones. Tanto en las declaraciones judiciales como en las distintas entrevistas periodísticas que ha concedido el ayudante del exministro, Koldo ha insistido en que era conocedor de que estaba siendo investigado.
De hecho, en una ocasión llegó a explicar con numerosos detalles de qué manera estaba conformado un operativo policial que seguía sus pasos. De momento, Koldo no ha reconocido haber mantenido ningún contacto ni con Pardo Piqueras, responsable de la Policía, ni con Gámez, exdirectora de la Benemérita, aunque no se descarta que los investigadores localicen que el asesor de Ábalos se intercambiara mensajes con ellos. El periodo sobre el que pesan las sospechas es a partir de mediados de 2021, momento en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cesó a Ábalos como ministro de Transportes, ya que, a partir de esa fecha, «no tiene ningún sentido la existencia de mensajes y de existir sería grave», explican a El Debate fuentes de la investigación.
De hecho, tal y como consta en un informe que la propia UCO remitió al magistrado Ismael Moreno, el juez de la Audiencia Nacional que investiga la trama de mordidas, según Koldo, una de las personas que le alertó de que estaba siendo objeto de un seguimiento fue Leonardo Marcos, otro de los exdirectores de la Guardia Civil. Marcos negó rotundamente este extremo en el Senado. «En mis 44 años de servicio público, siempre he dicho la verdad», dijo. Seguidamente explicó que ni conoce a Koldo, que no lo ha visto nunca y que jamás mantuvo ninguna conversación con él.
Seguidamente afirmó que por haber sido director de la Guardia Civil no tenía por qué conocer las investigaciones que llevaba a cabo el cuerpo. Marcos, que declaró de manera telemática desde Washington (Estados Unidos), fue destituido como máximo responsable de la Benemérita tan sólo 15 meses después de su toma de posesión alegando «razones personales», aunque su cese coincidió con el informe que los investigadores mandaron a Su Señoría con las acusaciones de Koldo. En el momento en que el nombre de Marcos trascendió, el Gobierno lo sacó del puesto y lo mandó a la Embajada de España en Estados Unidos como consejero.
En el momento en que el comandante Villalba, el nexo policial que abría puertas a la trama , fue detenido se encontraba destinado en la Embajada de España en Venezuela como agregado policial. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cesó al antecesor de Villalba al que en la Guardia Civil describen como «agente impecable», por uno de los contactos de Koldo en el ámbito policial.
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