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Pilar Rodríguez

La jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, a su llegada al Tribunal SupremoEuropa Press

Revelación de Secretos

La fiscal de Madrid se desvincula de las filtraciones: «No se me dieron explicaciones, sólo instrucciones»

La jefe provincial, Pilar Rodríguez, se ha escudado en el «imperativo legal» que rige en la estructura jerárquica de la Fiscalía para asegurar que se limitó a cumplir «órdenes» de su máximo superior jerárquico

La fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, ha negado este jueves ante el magistrado del Tribunal Supremo que le investiga por un presunto delito de revelación de secretos, junto al fiscal general del Estado, haber desvelado información confidencial relativa a Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. No tuvo el «dominio del hecho» en ningún instante, ha asegurado.

Según ha podido adelantar El Debate, la jefa de la Fiscalía madrileña, que ha prestado declaración durante cerca de hora y media, ha insistido en varias ocasiones a preguntas del instructor, sobre cómo a lo largo del intercambio de mensajes con el máximo titular del Ministerio Público, Álvaro García Ortiz, y otros miembros de la cúpula de la Fiscalía, el día 13 de marzo de 2024, fecha de la filtración de los datos protegidos, no recibió «explicaciones» de ningún tipo.

«Cuando [el fiscal general] me da una instrucción tengo que actuar, no cuestionarlo», ha asegurado. Y acto seguido ha añadido que «no se me dieron explicaciones» sobre las decisiones que se adoptaron en aquellas horas críticas de la noche de autos, ni sobre qué hizo el fiscal general del Estado con los correos del novio de Díaz Ayuso que ella misma le envió, vía mail, tras recibirlos del fiscal Julián Salto.

Como ayer hiciera su máximo superior jerárquico, Rodríguez también ha defendido que unas 500 personas tuvieron acceso directo a la denuncia de Fiscalía y al expediente tributario de González Amador a partir del día 5 de marzo; y, que al menos 60 de ellas conocieron el contenido del correo del 2 de febrero (en el que el abogado Carlos Neira ofreció un pacto de conformidad a la Fiscalía para su cliente).

Su defensa, en cambio, sí ha pasado por responder a las cuestiones del juez y de su letrado. No así de las acusaciones populares, ni las de la fiscal encargada del caso, Ángeles Sánchez Conde, quien ha utilizado el mismo argumento que ya esgrimió ayer en el caso de García Ortiz para no formular cuestiones, hasta que se resuelva el incidente de nulidad que solicitan sobre la entrada y registro en los despachos de ambos profesionales.

No se concierta con nadie

Sin embargo, la fiscal provincial se ha desmarcado de la «estrategia» seguida por sus superiores. Sabía por la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, que se estaban publicando algunos artículos «inveraces» sobre el asunto del novio de Díaz Ayuso y que era necesario «atajarlos» de cara a la ciudadanía. Por eso no le resultó extraño que García Ortiz le imprimiese «urgencia» a la necesidad de conseguir la base documental con la que combatirlos y «cerrar el círculo». Ni siquiera le sorprendió que su jefe máximo le pidiese remitirlos a un mail personal.

«Si había urgencia» en conseguir aquel expediente íntegro, a las 21.30 horas de aquella noche, y para conseguirlo fue necesario sacar a un fiscal de un partido de fútbol, ella «no lo cuestiona». Tampoco se «concierta con nadie» para hacer nada específico. Una afirmación con la que se desmarca de los testimonios que, hasta ahora, apuntaban a Rodríguez como coautora del comunicado oficial que vio la luz, desde la oficina de prensa de su Departamento, el día 14 de marzo de 2024, con datos indebidos del novio de Ayuso.

Pilar Rodríguez explica que cuando dijo que «daban ganas de poner un poco de cianuro» en la querella tributaria del novio de Ayuso, buscaba sólo un «desahogo» frente a las críticas

Rodríguez niega la mayor: «ni promovió» la redacción de la nota sobre los correos confidenciales que vio, «por primera vez» cuando los recibió de su compañero, el fiscal de la unidad de Delitos Económicos, Julián Salto –al tiempo que la jefa de éste, Virna Alonso–, «ni incitó» la creación de la misma, ni participó en el proceso de confección ni la «difundió». Sólo cumplió «órdenes», insiste. Las del fiscal general del Estado que le pidió «revisarla» en varias ocasiones.

Una versión que el magistrado cuestiona porque no consta ningún 'pero' o salvedad al contenido con el que, finalmente, el texto salió a la luz. Además, a diferencia de la fiscal Lastra que «se tomó su tiempo», Rodríguez parece ir con la misma «premura» que manifiesta el fiscal general del Estado.

Por si no fuese suficiente, la fiscal provincial segura que no facilitó, «ninguna información» reservada «a nadie de fuera de la Fiscalía». Una posición que, así las cosas, apuntala todavía más la tesis de que pudo ser el fiscal general del Estado quien realizó un uso indebido de la misma, en una doble dirección: hacia prensa afín, inicialmente, y acto seguido hacia Presidencia del Gobierno, como argumentó el juez Ángel Hurtado en el auto en el que ordenó la citación de García Ortiz para ser interrogado como imputado.

La fiscal provincial, que ya compareció ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid cuando éste estaba a cargo de la investigación, ha explicado que solo envió información al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que ayer miércoles negó también haber filtrado los correos o el expediente sobre el novio de Díaz Ayuso. Sobre este extremo, ha insistido en que estaba obligada a cumplir con la dación de cuentas que fija el Estatuto Fiscal (EOMF).

Pilar «los van a filtrar», se le advirtió

Cabe recordar que la fiscal Pilar Rodríguez es la persona que la noche del 13 de marzo pidió al fiscal que investigaba a González Amador por presuntos delitos tributarios, Julián Salto, que le enviara los correos intercambiados con el abogado de éste para elaborar la nota de prensa que el Ministerio Público publicó el día 14 para desmentir una información en la que el diario El Mundo aseguraba que la Fiscalía había ofrecido un pacto al novio de Díaz Ayuso. Salto le remitió dichos correos a Rodríguez y ella los reenvió al fiscal general.

A raíz de este punto de partida, el magistrado Ángel Hurtado investiga si García Ortiz, Rodríguez o el teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General, Diego Villafañe, tercer imputado en la causa penal en curso, filtraron el correo electrónico que el abogado del novio de Díaz Ayuso envió el 2 de febrero a Salto.

El instructor acordó la imputación de Rodríguez al apreciar que había «elementos suficientes» para ello. En concreto, destacó el hecho de que se pusiera «a disposición de García Ortiz», de que fuese «la persona que facilita a Villafañe el expediente de González Amador que acaba filtrándose el día 12 de marzo en eldiario.es» y de que se prestase a «hacer llegar el correo de 2 de febrero (...) a la Fiscalía General del Estado». Por su parte, Rodríguez, corroborando la versión dada ayer por el fiscal general ha afirmado que su puesta a disposición nada tenía que ver con el asunto de la pareja del novio de Díaz Ayuso, sino con el hecho de que un día antes había sido reconfirmada para

La fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, aseguró en su declaración como testigo del pasado 16 de enero que llegó a reñir a Rodríguez por enviarle al fiscal general los correos relativos a la pareja de Díaz Ayuso. «Pilar, los van a filtrar», le advirtió.

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