Moncloa suspendió un proceso de selección en la Embajada en Washington para colocar al exdirector de la Guardia Civil salpicado por la trama

El Ministerio de la Presidencia, en manos de Félix Bolaños, biministro de esa cartera y de Justicia, formó la paralización de un proceso de selección de funcionarios en la Embajada de España en Estados Unidos para poder colocar a Leonardo Marcos, exdirector de la Guardia Civil. Marcos dimitió el pasado mes de septiembre alegando «razones personales» pero su salida del Gobierno coincidió con su aparición en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, donde aparecía vinculado a la trama de Koldo que investiga la Audiencia Nacional.

El 15 de mayo de 2024, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó las bases de la convocatoria de una plaza que ofertaba la Embajada española en Washington para acceder al cargo de Consejero de Información. Entre los requisitos que pedía se encontraban ser funcionario de nivel 30, entre otros. Las bases también indicaban que entre los méritos que iban a ser valorados se encontraban «saber francés, tener experiencia en relaciones informativas internacionales, en la organización de coberturas informativas de visitas oficiales y de encuentros de alto nivel y cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno».

En total, se presentaron doce candidatos. Sin embargo, el 3 de agosto de ese mismo año, Presidencia dictó una resolución en donde, en vez de comunicar a qué candidato se asignaba la plaza, declaraba desierta la convocatoria. Es decir, suspendía la adjudicación del puesto sin dar ninguna explicación. En ese momento, uno de los candidatos, hoy destinado en un país caribeño, recurrió la decisión, pero fue desestimado su recurso. Dos meses después, la Embajada comunicó a sus trabajadores que el cargo había sido otorgado a Marcos.

El informe de la UCO recogía una conversación entre Koldo García, asesor del exministro Ábalos, y Rubén Villalba, comandante de la Benemérita, que recibió pagos de la trama, donde el segundo afirmó: «Según Koldo, fue el actual director de la Guardia Civil quien le informó de tales detalles». Villalba se refería a que la mano derecha de Ábalos le había comunicado que a su vez Marcos, siempre según la versión de Koldo, fue la persona que le dijo que la trama había sido descubierta y que estaban siendo sometidos a seguimientos físicos y pinchazos telefónicos.

Con pasaporte diplomático

Esta frase fue intervenida el 25 de enero de 2024, tan solo unas semanas antes de que estallara la red de corrupción y se produjeran las primeras detenciones y los primeros registros en domicilios. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, firmó su cese el 17 de septiembre de 2024 y el Consejo de Ministros hizo constar que se trataba de una marcha «a petición propia». Precisamente, el ministro Félix Bolaños, titular de Presidencia, la misma cartera que decretó la suspensión del proceso de selección en la embajada, fue quien refrendó la salida de Marcos del Ejecutivo añadiendo en su escrito: «Agradeciendo los servicios prestados».

El traslado de Marcos a Washington supuso, por un lado, que el Gobierno lo apartó del foco mediático de la trama de Koldo tras aparecer en las comunicaciones de dos de los imputados. También un aumento de sueldo. Como director de la Guardia civil percibía una remuneración de 130.000 euros y en el cargo diplomático que ocupa en la actualidad percibe 150.000 euros anuales. De la misma manera, al ser un alto cargo de la Embajada cuenta con un pasaporte diplomático, por lo que su actividad está blindada.

Tal y como desveló este periódico, el grupo de la UCO que investiga la trama de Koldo está analizando los terminales móviles de varios de los imputados. Entre ellos está el dispositivo del asesor de Ábalos. En su agenda, los investigadores han encontrado, de hecho, el teléfono personal de Francisco Pardo Piqueras, director de la Policía Nacional, y de dos de los directores de la Guardia Civil nombrados por el Gobierno de Pedro Sánchez: María Gámez, que tuvo que dimitir tras la investigación judicial por la implicación de su marido en una derivada judicial de los ERE de Andalucía y del propio Leonardo Marcos. Los agentes verifican, entre otros extremos, la existencia de mensajes entre alguno de ellos y el propio Koldo.