Los narcos mejoran su armamento y elevan la inseguridad en Andalucía pese a la caída de los delitos

La Fiscalía Superior de Andalucía alerta de que el narcotráfico supone un «grave» problema de seguridad ciudadana en la región. Ello se debe sobre todo a los delitos conexos, a las consecuencias de la magnitud del fenómeno, que provoca asesinatos, robos y ocupaciones.

Según recoge la memoria del Ministerio Público correspondiente al ejercicio 2022, el número de procedimientos incoados el año pasado, con 5.849 diligencias previas y otros 304 en diligencias urgentes, superó los registros de 2021, si bien se produjo una caída del 21 % en las diligencias previas de la provincia de Cádiz, especialmente en la muy conflictiva área de Algeciras.

Del mismo modo, los datos policiales del Plan Carteia y del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar apuntan una caída en el hachís intervenido durante 2022, que ascendió a 195.836 kilos, unos 175.000 menos que en 2021, y también un descenso del número de arrestos, habiéndose registrado un total de 1.660, casi mil menos respecto al año anterior.

Sin embargo, a pesar de estos datos, todos los fiscales delegados alertan de la magnitud del narcotráfico y del «grave» problema de seguridad ciudadana que supone este fenómeno, sobre todo por su vinculación con delitos como la ocupación de inmuebles o la defraudación de fluido eléctrico, frecuentemente relacionados con el cultivo de sustancias estupefacientes.

Según el delegado de Sevilla, el narcotráfico en Andalucía tiene como protagonistas a grupos altamente especializados en sus funciones (cultivo, transporte, distribución, financiación, etc.), con jerarquías definidas y roles diferenciados. Las plantaciones, además, se encuentran con múltiples medidas de seguridad, desde refuerzo de vallado hasta cámaras de visión nocturna y sistemas de videovigilancia.

Armas cada vez más potentes

Por otro lado, la Fiscalía Superior de Andalucía ha calificado la tenencia ilícita de armas en los lugares de custodia de la droga como «muy preocupante», añadiendo que durante 2022 se constató que los narcotraficantes usan armas cada vez más potentes.

Así, se han intervenido en distintos puntos de Andalucía fusiles de asalto AK-47, y en agosto de 2022, la Policía halló en el suelo de una vivienda de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) todo un arsenal: un subfusil Zastava, otro Skorpion ―que puede disparar 850 balas por minuto― y numerosas pistolas, revólveres, escopetas de dos cañones, todo ello en perfecto estado de funcionamiento.

A lo largo de 2022 se produjeron tres asesinatos, en lo que parecen ser ajustes de cuentas, en las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga, todos ellos relacionados con el tráfico de hachís. Además, la Policía frustró dos secuestros a narcotraficantes, ambos planeados por organizaciones rivales.

Por otro lado, la Fiscalía Superior de Andalucía destaca en su memoria una creciente internacionalización del narcotráfico, lo que requiere una mayor colaboración entre los Estados. El muelle de contenedores del puerto de Algeciras es la principal vía de entrada de las sustancias, donde se han intervenido hasta 8.840 kilos de droga, un 78 % más en un año.

A juicio de la Fiscalía, cabe resaltar también las dificultades para llevar a cabo las investigaciones contra estas organizaciones, debido a la sofisticación de los medios que emplean para evitar la detección de sus actividades, toda vez que las mafias recurren a inhibidores, localizadores de balizas, visores nocturnos y sistemas encriptados de comunicación para eludir a la Policía.