Base estratégica
Gibraltar, taller de reparaciones de la Armada británica
Uno de los destructores más avanzados de la Royal Navy se encuentra en la base naval de la colonia sometido a pequeñas reparaciones tras participar en una operación de la OTAN en el mar Rojo
Gibraltar es una base estratégica para el Reino Unido. Prueba de ello es la presencia del HMS Diamond, uno de los más avanzados de la Royal Navy, en el puerto del Peñón. La estancia del destructor, a diferencia de lo que suele ser habitual, va para largo, pues no se trata de una simple escala logística, sino de intendencia, lo que consolida a Gibraltar como taller de reparaciones de la Armada británica.
El HMS Diamond arribó en la base naval de la colonia el pasado 10 de febrero después de haber participado en un despliegue marítimo de dos meses en el mar Rojo, donde fue objeto de tres ataques distintos por parte de las milicias hutíes frente a las costas de Yemen, pero logró derribar nueve drones gracias a su sistema de misiles y cañones Sea Viper, de categoría mundial.
Durante la estancia del destructor en Gibraltar se han visto a buzos alrededor suyo y también se ha instalado un pequeño andamio para llevar a cabo pequeñas reparaciones en el casco, como han captado con sus cámaras algunos de los observadores del Estrecho. No obstante, su estructura no aparenta daños importantes.
El secretario de Estado para las Fuerzas Armadas del Reino Unido, James Heappey, realizó este martes un viaje sorpresa al Peñón para agradecer personalmente a las Fuerzas Británicas en Gibraltar (British Forces in Gibraltar) su apoyo al destructor, que ya realizó una escala de avituallamiento en la base naval de la colonia a finales de noviembre antes de poner rumbo a la operación de la OTAN en el mar Rojo.
«El HMS Diamond ha desempeñado un papel fundamental en la defensa de la libertad de navegación, salvando vidas inocentes y protegiendo la navegación mercante de los ataques ilegales de los hutíes en el mar Rojo. Fue un placer visitar el barco y su tripulación mientras estaban atracados en Gibraltar», aseguró Heappey.
Durante su estancia en el Peñón, el secretario de Estado visitó también el buque de la Royal Navy HMS Medway, patrullero en alta mar de la clase River que desde el pasado mes de diciembre se encuentra en los astilleros militares de Gibdock sometido a tareas de reparación. Además, antes de regresar al Reino Unido, se reunió con el gobernador de Gibraltar, el vicealmirante David Steel, y con el comodoro Tom Guy, comandante de las Fuerzas Británicas en Gibraltar.
Apuesta militar por Gibraltar
«La visita del HMS Diamond a Gibraltar demuestra el papel fundamental de las Fuerzas Británicas en Gibraltar a la hora de apoyar la capacidad general de la Defensa para combatir las amenazas actuales y futuras», ha manifestado el Ministerio de Defensa del Reino Unido en un comunicado tras la visita del secretario de Estado para las Fuerzas Armadas británicas al Peñón.
En la misma nota se añade que «Defensa se compromete a invertir en las Fuerzas Británicas de Gibraltar como uno de los centros globales de defensa, operaciones de apoyo clave, compromisos y ejercicios de defensa». De hecho, en su anterior visita, en agosto del año pasado, James Heappey anunció una inversión de hasta 50 millones de libras esterlinas en infraestructura militar en la colonia.
En concreto, el Ministerio de Defensa británico destinará entre 40 y 50 millones de libras esterlinas ―actualmente, entre 46,9 y 58,6 millones de euros al cambio― a la remodelación del Muelle Sur (South Mole), la sustitución de la red de comunicaciones, la restauración del depósito de combustible de King's Lines Oil y la rehabilitación de la torre de la base naval de Gibraltar, entre otros proyectos, todos ellos aún en fase de diseño.
El uso de Gibraltar como base militar está sobre la mesa en las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre la relación de la colonia con España y el resto de los Veintisiete tras el Brexit, aunque el Gobierno colonial no consiente un menoscabo de su soberanía británica. El acuerdo, que según el Reino Unido es «inminente», debería alcanzarse antes de las próximas elecciones europeas, que tendrán lugar el próximo mes de junio.