Plantación 'indoor' de marihuana en fraude eléctricoEndesa

El fraude eléctrico de los narcopisos se dispara en Andalucía con Málaga y Cádiz a la cabeza

  • Sólo en Málaga el consumo de los pisos con plantaciones subió en 2023 un 200 %, y en Cádiz, un 192 %

  • Los cultivos de cannabis indoor en España gastan tanta electricidad como toda la ciudad de Sevilla

El fraude eléctrico se ha incrementado en los últimos años de manera considerable en España especialmente por el cultivo de marihuana en narcopisos, capaces de dejar sin luz a todo un barrio, como ocurre en algunos puntos de Andalucía, donde el fraude eléctrico se ha disparado sobre todo en Málaga y Cádiz.

Sevilla sigue siendo la provincia andaluza en número de fraudes eléctricos, con 15.424 en 2023, unos guarismos similares a los del año anterior. No obstante, los vinculados al cultivo de marihuana crecieron en un 65 %. En 2023, la filial de redes de Endesa, e-distribución, desmanteló 42 fraudes al día en la provincia de Sevilla.

Los fraudes eléctricos en Málaga fueron 2.817, una cifra similar a la de 2022, pero los vinculados a marihuana crecían hasta un 200 %. La energía recuperada vinculada a estos expedientes ha aumentado un 68 %, hasta alcanzar los 40,6 GWh, equivalente al consumo de 13.800 hogares.

Las plantaciones de marihuana acapararon el 40 % de la energía defraudada durante el pasado ejercicio en la provincia malagueña. El resto correspondió a grandes consumos vinculados a la actividad industrial, negocios y al sector residencial, aunque apenas el 2 % se localizó en las viviendas con un consumo más bajo, con una potencia contratada inferior a los 3KW.

En Cádiz, la energía eléctrica defraudada aumentó en 2023 un 42 % respecto al año anterior, mientras que la vinculada al cultivo de marihuana crecía un 192 %. Las plantaciones de marihuana acapararon el 34 % de la energía defraudada durante el pasado ejercicio por e-distribución en la provincia gaditana. El pasado año, e-distribución, la filial de redes de Endesa, desmanteló 49 fraudes a la semana en Cádiz.

En el último año en Cádiz, los casos de fraude de todo tipo detectados por e-distribución pasaron de 2.579 expedientes de 2022 a los cerca de 2.610 contabilizados en 2023. La energía recuperada vinculada a estos expedientes alcanzó los 20,9 GWh, equivalente al consumo de 5.900 hogares.

Los enganches ilegales en España

En España, los expedientes por enganches ilegales a la red eléctrica vinculados a plantaciones de cannabis en las zonas en las que opera e-distribución han aumentado cerca de un 70 % en los cinco últimos años, y la energía recuperada en estos expedientes ha crecido un 83 % en el mismo periodo.

Según Endesa, cada plantación consume, en promedio, como 80 viviendas, con lo que es evidente el impacto de estas instalaciones fraudulentas en las pérdidas del sistema eléctrico y en el deterioro de los equipamientos y de la calidad de suministro en zonas con elevado porcentaje de fraude.

Además, se estima que las plantaciones de marihuana consumen en España unos 2,2 TWh de electricidad, equivalente al consumo de Sevilla en un año. En algunas zonas, acaparan hasta el 80 % del consumo eléctrico y los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan mediante enganches ilegales que causan estragos en la red eléctrica.

Las plantaciones generan sobrecargas que activan las protecciones de los centros de transformación provocando interrupciones de suministro que afectan a todos los vecinos de la zona y, en casos extremos, llegan a originar incendios en líneas subterráneas o incluso en centros de transformación recién instalados. Durante el pasado año, se incendiaron 14 centros de transformación sólo en Sevilla y Granada por sobrecargas derivadas del fraude.

La proliferación de estas instalaciones ilegales controladas por «verdaderas organizaciones transnacionales con una potente actividad policriminal», según los datos del Ministerio del Interior, supone además un riesgo para la actuación de los inspectores y técnicos de e-distribución, que deben actuar encapuchados para evitar su identificación y desarrollan su labor con acompañamiento policial, ha agregado.

En el último año, e-distribución ha participado en cerca de 2.400 operaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para desmantelar cultivos indoor, una colaboración que se refuerza con el intercambio continuo de datos y se extiende a otros expedientes de manipulaciones en la red, ya que en seis de cada diez casos es necesaria su colaboración para cortar los suministros fraudulentos.

Las estimaciones indican que el fraude eléctrico le cuesta al conjunto de los consumidores españoles más de 2.000 millones al año, el equivalente a 69 euros al año por cada punto de suministro.

«La manipulación de las instalaciones eléctricas nos afecta a todos, suponen un riesgo físico que puede provocar incluso la muerte de los implicados o de terceros que no tienen nada que ver con esta práctica ilegal, afecta a la calidad del suministro a los vecinos y cuesta dinero a todos los consumidores», señala José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa.