La realidad oculta tras la «cifra récord» de guardias civiles que el Gobierno asegura que hay en Andalucía

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha puesto sobre la mesa que se ha alcanzado «una cifra récord» de guardias civiles, que superan ya los 15.500 agentes.

Así lo ha manifestado Fernández desde Sevilla, en el marco de la conmemoración del 180º aniversario de la fundación del instituto armado, donde ha resaltado «el anclaje» de la Benemérita en la sociedad española.

Sobre el despliegue de agentes en la región, el delegado del Gobierno en Andalucía ha asegurado que «vamos a seguir trabajando para recuperar un déficit muy importante que se ha producido desde el año 2018, como consecuencia de las decisiones de recortes de gobiernos anteriores». «El actual Ejecutivo está haciendo las mayores ofertas de empleo público en Guardia Civil y Policía Nacional para recuperar capacidad», ha añadido.

«Seguimos fortaleciendo a la Guardia Civil con medidas muy concretas y planes específicos, que permanentemente coordinamos con los responsables del Ministerio del Interior y la Dirección General de la Guardia Civil», toda vez que ha apuntado al plan de seguridad en el Campo de Gibraltar, «con unos resultados extraordinarios, con un número de incautaciones y detenciones muy importante, alcanzando la incautación de más de 40 narcolanchas en lo que va de año».

Faltan muchas cosas

No lo ven así las asociaciones de guardias civiles en Andalucía. Recientemente, la Federación de la AUGC ha trasladado numerosas peticiones de mejora para sus trabajadores al Defensor del Pueblo Andaluz.

Los datos de aumento de la criminalidad en Andalucía son una realidad. La lacra del narcotráfico continúa impactando sobre diversas provincias, como la de Cádiz, a cuya comarca del Campo de Gibraltar se le sigue pidiendo el estatus de Zona Especial Singularidad, algo que afectaría positivamente a sus condiciones laborales.

Por otra parte, una cosa es el número de agentes del que saca pecho el Gobierno y otra muy distinta las dotaciones en medios. Narcotraficantes, traficantes de personas y otros delincuentes gozan cada vez más de mayores infraestructuras para su actividad y por el contrario, la Guardia Civil se tiene que conformar en demasiadas ocasiones con un equipamiento anticuado o al menos, inferior. El resultado, y así se ha concluido por todas las investigaciones, se puso de manifiesto en Barbate, cuando varios agentes tuvieron que enfrentarse a los narcos en una clara situación de inferioridad. Un juicio determinará la responsabilidad de haber ocurrido así.

Costas desatendidas

Hay más. Para haber alcanzado una cifra récord de agentes en Andalucía, lo cierto es que ha habido fines de semana en los que, por alguna razón, solo hubo cuatro guardias civiles del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) para atender los casos de salvamento acuático en un total de los casi mil kilómetros de costa de los que goza la comunidad.

Jucil se echó las manos a la cabeza cuando tuvo que denunciar que durante los pasados 4 y 5 de mayo solo estuvieran disponibles los cuatro miembros del GEAS de la comandancia de Almería para atender «las posibles emergencias en la totalidad de las costas andaluzas o en cualquiera de sus aguas interiores».

«La carencia más que evidente de personal tiene varias causas», apuntó la organización. Entre ellas, el hecho de que no se hayan cubierto las vacantes, a lo que hay que unir, en el caso del grupo de Algeciras, varias bajas, ocurridas todas ellas tras el trágico asesinato de un integrante del GEAS y de otro guardia civil de los GAR en el Puerto de Barbate el 9 de febrero pasado, que por entonces seguían sin reponerse.