Fachada del TSJA, en Granada.

Fachada del TSJAEuropa Press

Almería

Catorce años de cárcel por violar a su prima de 8 años, con la que convivía en El Ejido, Almería

El acusado había compartido domicilio con varios familiares, entre ellos la víctima, entre los años 2014 y 2015 en El Ejido, donde aprovechó al menos tres ocasiones que se quedó a solas con la menor para agredirla sexualmente

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha confirmado la pena de 14 años de cárcel impuesta por la Audiencia de Almería a un hombre que cuando tenía 25 años violó a su prima de 8 años, al menos en dos ocasiones. El acusado compartió domicilio con varios familiares, entre ellos la víctima, entre los años 2014 y 2015 en El Ejido (Almería).

Durante ese tiempo, aprovechó al menos en tres ocasiones que se quedó a solas con esta menor nacida a finales de 2006 para «satisfacer su deseo sexual». En concreto, la sentencia recoge que en una ocasión encerró a la niña en su dormitorio, dónde la desvistió y la agredió sexualmente tras advertirle que «la mataría a ella y a su familia» si contaba algo.

En otra ocasión aprovechó que la víctima había entrado en la habitación para ver la televisión para volver a violarla, y finalmente, también en su dormitorio, realizó tocamientos a la pequeña.

Este varón fue condenado por estos hechos a 14 años de prisión, al tratarse de un delito continuado de agresión sexual a menor de edad, por el que también se le impuso una orden de alejamiento de 500 metros durante 15 años, la inhabilitación para trabajar con menores durante 20 años, y la medida de libertad vigilada durante 10 años, así como el pago de 10.000 euros a la víctima por los daños morales ocasionados.

Unas condenas que el TSJA se ha encargado de confirmar al desestimar el recurso de apelación interpuesto por la defensa del condenado, y añade que no resulta relevante que la víctima «no pudiera concretar con exactitud cuando ocurrieron los hechos, al ser una niña de 7 u 8 años, que no obstante puntualizó que la primera agresión se produjo en invierno y la última en verano, siempre en la habitación del acusado».

«Tampoco resulta extraño que la menor no desvelara las agresiones de las que fuese víctima hasta que se produjese la situación propiciatoria que desencadenó la delación de lo acaecido a su progenitora, como acontece con inusitada frecuencia en supuestos de la comentada índole», ha añadido el tribunal autonómico.

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