Esta pareja ha sido la primera que se ha casado en la cárcel de Albolote este año 2025El Debate

Granada

Una boda entre las rejas de la prisión más masificada de España

En esta cárcel se celebran generalmente tres o cuatro enlaces al año, en presencia siempre de un juez de paz

el amor puede florecer en cualquier momento y lugar. Se puede encontrar en la calle, en otro país, en tu mismo trabajo o, incluso, en una cárcel. Esto es lo que le ha pasado a Teresa y Arturo, dos granadinos que se conocieron como internos en el Centro Penitenciario de Albolote y que, después de estar saliendo más de tres años, han decidido darse el 'sí, quiero' este mes de enero.

La relación entre Teresa, salobreñera de 49 años y madre tres hijos, y Arturo de 51 años y natural de Granada, comenzó dentro de la que está considerada como la prisión más masificada de España. Cuando se veían por los pasillos se sonreían, hablaban, se mandaban cartas y se transmitían fuerza el uno al otro recordando que, aunque se habían equivocado en sus actuaciones anteriores, estaban dispuestos a salir y aprovechar la segunda oportunidad que les daba la vida.

Una de las cosas que más recuerdan ambos antes de casarse es cómo se conocieron. Al principio de su relación solicitaban al centro penitenciario pasar 40 minutos juntos cada lunes. Durante esas horas, se contaban cómo estaban, sus alegrías, sus problemas, sus tristezas y las ganas que tenían de casarse y convertirse en una familia. Este sueño se hizo realidad el pasado 15 de enero, cuando se casaron ante un juez de paz.

Las cuñadas de Teresa y hermanas de Arturo fueron las que ejercieron de testigos y les llevaron el traje de novia y novio a ambos. Durante esta boda «entre rejas», esta pareja se juró amor eterno y explicó ante sus familiares que el haberse conocido había sido la «salvación» para ambos.

Teresa ya ha abandonado la prisión para cumplir con el tercer grado en el Centro de Inserción Social (CIS) de Granada, mientras que Arturo seguirá cumpliendo condena seis años más. Tere, como le llama él, sigue visitando a su marido en Albolote y le da mucho apoyo y cariño a través de la mampara que ahora les separa. Eso sí, los dos tienen claro que lo primero que harán cuando ambos sean libres será irse a vivir juntos.

Se celebran cuatro enlaces al año

En esta prisión de Albolote normalmente se celebran de tres a cuatro enlaces al año. El mismo día 15 de enero, en el que se casaron Teresa y Arturo, otra pareja de internos se daba también el 'sí, quiero'. Para poder contraer matrimonio dentro de una cárcel, las personas que lo deseen tienen que solicitarlo a través de asuntos sociales, del propio centro penitenciario. Allí aportan la documentación necesaria y la remiten al registro civil de Granada.

Después, este organismo se encarga de realizar una audiencia reservada, para asegurarse de que los internos que quieren contraer matrimonio no lo hacen por obligación o conveniencia y, cuando están todos los trámites finalizados, el centro penitenciario fija un día para que los reclusos se casen.