El Gran Teatro de Córdoba se convierte en el escenario del estreno de Il Primo Uomo, un espectáculo que revisita la esencia de los castrati,Cedida

Entrevista

Manuel Ruiz, contratenor cordobés: «Se trabaja muchísimo para un reconocimiento mínimo»

Estrena el próximo 8 de febrero su nuevo espectáculo 'Il Primo Uomo' en el Teatro Góngora de su ciudad natal: «En cuanto a calidez, no hay ningún público como el español»

El contratenor cordobés Manuel Ruiz estrena el próximo 8 de febrero su nuevo espectáculo ‘Il Primo Uomo’ en el Teatro Góngora de su ciudad natal, en un montaje donde estará acompañado por Carlos Mena, también contratenor y ahora, director, y Antonio Ruz, Premio Nacional de Danza 2018.

Un espectáculo que posteriormente desembarcará en Sevilla, en concreto, en el Teatro Alameda, en el marco del FeMÁS (XLII Festival de Música Antigua), en una edición dedicada a Giovanni Pierluigi da Palestrina, en el 500 aniversario de su nacimiento de este gran compositor del Renacimiento.

A pocos días del estreno de este nuevo espectáculo, ‘Il Primo Uomo’ en el Teatro Góngora de Córdoba, ¿cómo son sus sensaciones?

Estoy muy feliz. Están prácticamente vendidas todas las entradas y noto mucha expectación. Es la primera vez que actúo como solista en mi ciudad. Hay una energía muy positiva.

–¿Qué va a encontrar el público que acuda a presenciarlo?

Yo soy un artista multidisciplinar, pero por primera vez, me van a poder ver haciendo una producción que consiste en un viaje sensorial y emocional por los diferentes tipos de roles que desarrollaban los ‘castrati’ en su momento: masculinos, femeninos y neutros, y sus diferentes estados de ánimo que pasaban como cantantes para llevar a cabo su interpretación tanto vocal como actoral.

Manuel Ruiz interpretará una selección de arias barrocas de Scarlatti, Handel y Vivaldi, escogidas en colaboración con el aclamado contratenor y director musical Carlos MenaCedida

–¿En qué momento se cruzó el canto en su vida?

–A los diez u once años, ya estudiando en el conservatorio, vi unos carteles que buscaban niños para cantar en el Coro de niños de la ópera ‘Carmen’, en el año 1994 o 1995. Como ocurre con el resto de las cosas de la vida, me presenté allí un poco por probar, me eligieron, y descubrí que lo mío iba a ir por ahí. Sucede que los chicos, en el desarrollo de la pubertad, tenemos que tener mucho cuidado a la hora de cantar por el desarrollo fisiológico de la laringe, por lo que pausé el canto hasta que se volvió a cruzar en mi vida en Londres, mientras hacía mis estudios de posgrado.

–Para su profesión, ¿llegó un momento en el que Córdoba se le iba a quedar pequeña?

–No solo Córdoba. Da igual que hablemos de Córdoba, Sevilla o incluso Madrid porque es muy necesario como artista salir fuera y ver, porque esto te sitúa como artista en el mapa. Aprovechas para aprender porque es muy importante presenciar a los buenos músicos y a las buenas orquestas porque es ahí donde reside tu aprendizaje.

–¿Es el aprendizaje el que marca que posteriormente uno se desarrolle como contratenor?

–No soy amigo de verdades universales. En mi caso, la voz de contratenor fue un proceso natural, de niño y en la adolescencia ya cantaba yo así. Ya de mayor, al ser consciente de su tipología, empecé a estudiar toda la parte técnica. Pero en el caso de otras personas, lo han elegido. En mi caso, ha sido una cosa que me ha venido regalada por la vida, porque me encuentro muy cómodo.

No aspiro a cantar en los mejores teatros del mundo, sino a cantar en los teatros

–¿Qué público extranjero le ha impresionado más?

–Como calidez, no hay ninguno que transmita como el español, indiscutiblemente. En Inglaterra ocurre que impacta mucho cantar ante un público que es más versado en términos generales, lo que te da un plus de responsabilidad porque sabes que te miran con lupa.

–Es empresario y desarrolla otras facetas, ¿se puede vivir de este tipo de música?

–Es muy difícil. Claro que se puede. Yo no vivo exclusivamente de cantar. Se trabaja muchísimo para un reconocimiento, digámoslo así, mínimo. No hablo solo de mí, sino de figuras destacadas y eruditas que se dedican al mundo de la música antigua. Por poder, se puede, pero no hay una equiparación en cuanto a reconocimiento tras el esfuerzo titánico que esto conlleva.

–El 30 de marzo se presenta en el marco de FeMÀS, en el Teatro Alameda de Sevilla, ¿qué le evoca?

–Con mucha ilusión porque es un compromiso que no esperábamos en absoluto. El marco es inmejorable por estar ante un festival de referencia, al que he ido muchos años como público. Los artistas que participan son de tal nivel que me hacen sentir muy honrado por formar parte de él.

–Cuando iba como público, ¿pensaba en estar sobre las tablas?

–No lo soñaba, simplemente me lo preguntaba: ¿podré estar yo algún día ahí? He de decir que hace algún tiempo, cuando me preguntaban si yo aspiraba a cantar en los mejores teatros del mundo, yo contestaba que no, que a lo que aspiraba era a cantar en los teatros. Para mí eso ya es un regalo, sea el que sea, y si la vida me lo trae, bienvenido será, y si no me lo trae, seguiré yendo como público.

La voz de contratenor no la he buscado, ha sido como un regalo de la vida con el que ahora me encuentro muy cómodo

–¿Algún reto o desafío por cumplir?

Muchos. Son tantas cosas… la creatividad es así. Desde luego, hay una cosa que tengo macerando que es hacer algo con el flamenco. Un mundo que admiro y me apasiona. Lo que no sé aún es como ni cuando ni con quién, pero ojalá salga algún día.

Una dilatada trayectoria

Este contratenor cordobés comenzó su formación en diversas agrupaciones musicales locales para posteriormente acceder al Conservatorio de su ciudad natal y conseguir el título como profesor Superior de Viola en el CSM 'Rafael Orozco' de Córdoba.

Sus estudios de canto le llevarían posteriormente a Londres, en la Guildhall School of Music and Drama, bajo la dirección de Andrew Watts y David Pollard.

Licenciado en Historia del Arte y Máster en Cinematografía por la Universidad de Córdoba, en España continuó su formación vocal en el Coro Joven de Andalucía para posteriormente pasar a formar parte del Coro Barroco de Andalucía, dirigido por Michael Thomas.

Es con esta formación con quien debuta como solista en varios teatros del norte de África y Andalucía.
Ha sido discípulo de Richard Levitt en Basilea (Suiza) y actualmente del contratenor Carlos Mena y la soprano Auxiliadora Toledano. Además, ha cantado Carmina Burana bajo la dirección de Carlos Padrissa en la producción homónima de La Fura dels Baus, en el Auditorio Maestro Padilla de Almería en 2014.

El pasado octubre de 2023 participó en el estreno de metAMORfosis, ópera de pasarela compuesta por Diana Pérez Custodio, en el Auditorio Edgar Neville de Málaga.

En paralelo, desarrolla su labor pedagógica en el Conservatorio 'Músico Ziryab', de Córdoba, además de ser el vicedirector de dicho centro. Por último, es cofundador del centro educativo de música y danza Tararea Laboratorio Musical, también en la capital cordobesa.