El Hospital Puerta del Mar adquiere una herramienta para rastrear implantes de forma automatizada

Facilitar el trabajo de los profesionales de la enfermería es uno de los objetivos de este proyecto, que pretende ser un adelanto tecnológico adaptado a las necesidades médicas actuales.

Uno de los fines más comunes de esta herramienta tecnológica automatizada será el seguimiento de implantes, usados en su mayoría con el fin de estabilizar fracturas. Como por ejemplo lo son tornillos y placas.

Tal y como destaca el Servicio Andaluz de Salud (SAE): «Este nuevo procedimiento garantiza una gestión óptima de las piezas, aumenta la seguridad del paciente y facilita la labor de los profesionales de enfermería que trabajan en estas complejas intervenciones».

En el hospital gaditano se han implementado dos armarios «inteligentes» que identifican los implantes requeridos por cada procedimiento y garantizan una constante actualización de los instrumentos. Además, estos llevan a cabo un exhaustivo registro en un sistema informático especializado que incluye los detalles del fabricante, número de lote, fecha de vencimiento y la ubicación en el cuerpo del paciente.

Mejora del trabajo sanitario

Esta innovación asegura que todos los implantes, cada uno con su etiqueta individual y ya esterilizados, estén siempre preparados para su utilización en el quirófano. Además, cuentan con un formato de empaquetado intuitivo, tanto para placas como para tornillos, lo que facilita su manejo rápido y eficaz.

Desde el SAE apuntan que «con estos recursos, los sanitarios del bloque quirúrgico usan las nuevas tecnologías para mejorar la trazabilidad de implantes en cirugías traumatológicas con la digitalización de los consumos in situ, en pleno acto quirúrgico».

Esta herramienta tecnológica permitirá transportar al quirófano únicamente el material necesario. El diseño de estos armarios inteligentes, que cuenta con un formato de tubo para la tornillería, mejorará la visibilidad del implante, facilitando así la identificación y la apertura.

Una vez finalizada la intervención quirúrgica, toda la información del código de barras se digitaliza directamente en una base de datos desde el quirófano. Esto garantiza que los implantes puedan reponerse en menos de 24 horas y se asocia a la historia clínica del paciente para un seguimiento fiable de la trazabilidad de cada pieza. Este proceso contribuye significativamente a mejorar la seguridad del paciente.