La Guardia Civil interviene «una verdadera bomba de relojería» en Chiclana

Anoche, la Guardia Civil de Cádiz interceptó una furgoneta que transitaba por la citada autovía en Chiclana de la Frontera, en cuyo interior encontraron 201 garrafas de 25 litros llenas de gasolina. Todo apunta a que el destino final de estos recipientes era el aprovisionamiento de las semirrígidas.

La persona que conducía el coche posee diez denuncias por diferentes delitos. Sin embargo, el hecho de transportar tal cantidad de combustible, según apunta la Benemérita ha sido «una verdadera bomba de relojería».

La detención del vehículo del sujeto se llevó a cabo el pasado jueves 6 de junio alrededor de las 23:00 horas por agentes del destacamento de Tráfico de Cádiz en colaboración con el equipo de Seguridad Ciudadana de la compañía de Chiclana de la Frontera.

Este tipo de delitos no paran de sucederse. El 25 de mayo en torno a las 6:00 horas la Guardia Civil del puesto chiclanero interceptó 3.000 litros de gasolina para narcolanchas. Las personas que iban a bordo de la embarcación, al advertir la presencia de la Guardia Civil, escaparon rápidamente abandonando la barca llena de combustible.

El abastecimiento de gasolina a las narcolanchas mediante barcas de menor tamaño está a la orden del día. Las semirrígidas, para mantenerse ocultas y no posicionarse en el foco donde pueden ser avistadas, se quedan en alta mar. Mientras tanto, las barquichuelas son las encargadas de proporcionarles carburante y otros recursos necesarios.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Cádiz (AUGC de Cádiz) manifiestan la necesidad de «atajar el petaqueo y regular la posesión de más de 20 litros de combustible e imponer sanciones legales más complejas. Es urgente que por parte del Gobierno se regule esta cuestión como venimos reclamando desde hace años, para aplicar modificaciones en el ámbito del código penal para acatar esta cuestión como delito de narcotráfico y no como una simple falta administrativa».