Con descaro e impunidad, así actúan estas embarcaciones para surtir de combustible a las narcolanchasAUGC Cádiz

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La impunidad del narco: unos petaqueros surten a una lancha delante de unos niños que hacen piragüismo

El descaro y la impunidad con la que trabaja el narco ha vuelto a vivir un nuevo episodio, otra vez con los petaqueros de protagonistas.

Así, tres lanchas encargadas de suministrar combustible a las narcolanchas han actuado no solo a plena luz del día sino frente a un grupo numeroso de niños que practicaba piragüismo.

Los hechos sucedieron en la tarde de este pasado martes en los caños de Santi Pectri, entre San Fernando y Chiclana. En unas imágenes que ha publicado el diario local La Voz, se observa como tres lanchas pequeñas, de un solo motor, y con uno o dos individuos a bordo, portan las garrafas de combustible que servirán para abastecer a las embarcaciones que introducen la droga desde Marruecos.

Junto a ellas, unos veinte niños se divierten practicando piragüismo y la escena continua dentro de la 'normalidad'. En un determinado momento, se aproxima una embarcación más grande que se aprovisionará de las petacas de gasolina necesarias para aguantar en alta mar hasta que llegue la orden de descargar los fardos de droga en tierra.

Luchar contra el narcotráfico

Las asociaciones policiales y diversos partidos políticos llevan tiempo solicitando que se equipare el castigo al contrabando de gasolina con el de la propia droga.

«Controlar el tema de la gasolina es vital. Debería ser el primer paso para luchar contra el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar», reconocía un agente de Vigilancia Aduanera a El Debate.

«El petaqueo», como se conoce al contrabando de gasolina para suministrarlo a las narcolanchas que atraviesan el Estrecho, «es la cantera del tráfico de drogas», afirman desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Pero, al mismo tiempo, es una actividad frecuentada por veteranos traficantes que ven en ella una actividad que les reportan prácticamente los mismos beneficios que el tráfico de droga, pero con mucho menos riesgo.

Bomba de relojería

Recientemente, la Guardia Civil de Cádiz interceptaba una furgoneta que transitaba por Chiclana de la Frontera, en cuyo interior encontraron 201 garrafas de 25 litros llenas de gasolina. Todo apunta a que el destino final de estos recipientes era el aprovisionamiento de las semirrígidas. Era tal cantidad que el instituto armado lo presentó como una auténtica «bomba de relojería».

Pero hace falta más. Desde la AUGC insisten en imponer sanciones legales más complejas. Es urgente, entienden, que esta cuestión sea regulada mediante modificaciones del Código Penal que conduzca a que estas acciones sean constitutivas de un delito de narcotráfico y no como una simple falta administrativa.

Por ello, el Gobierno estudia una reforma legal para castigar la tenencia de combustible para narcolanchas.​