La Línea regularizará 'Villa Narco', la guarida de los traficantes que levantaron sus mansiones ilegalmente

El Zabal lleva décadas convertido en un asentamiento irregular en La Línea de la Concepción (Cádiz). Un sinfín de caminos sin asfaltar donde algunos de los capos de la droga, con un fuerte sentido de pertenencia al lugar de origen, encontraron su particular refugio.

Una peculiar urbanización, próxima a la playa de la Atunara, lugar de frecuentes desembarcos de hachís a plena luz del día, levantada en la irregularidad. Mansiones lujosas construidas con dinero procedente del tráfico de drogas y para más inri, levantadas sobre terreno protegido, no urbanizable y sin licencias por parte de la administración, ya que se trata de suelo agrícola.

Para regularizar su situación, los diferentes gobiernos municipales de la localidad linense chocaban con un muro tan alto como el que oculta dichas construcciones en lo que popularmente se conoce como ‘Villa Narco’, puesto que para ello debía aprobarse un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

El equipo de gobierno del actual alcalde, Juan Franco, ha conseguido algo que se buscaba desde 1985, una nueva normativa municipal respecto a la ordenación del territorio que, además, permita crecer a la ciudad. El pasado mes de febrero, el Ayuntamiento linense remitió a la Junta de Andalucía la documentación –que consta de 12.000 páginas– para su posterior aprobación por parte de la administración autonómica.

«El nuevo PGOU supondrá un antes y un después para la ciudad», decía el regidor local, esperanzado porque la actuación implicará la puesta en valor de un gran número de suelos y supondrá un acicate para que inversores privados apuesten por La Línea y a su vez, se generen puestos de trabajo, mientras se impulsa la transformación del territorio.

Luz verde de la Junta

Tras una tensa espera, la Junta ha dado luz verde a este plan tras la resolución de la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda.

El documento recoge, entre otras novedades, un crecimiento del suelo residencial con la construcción de 11.500 nuevas viviendas, de las que más de la mitad serán de protección oficial, así como herramientas para buscar una solución e integrar los suelos del asentamiento irregular de El Zabal, donde se reconducirá su desarrollo urbanístico, obligando a los propietarios la preceptiva reserva de suelo con destino a espacios libres y equipamientos.

La responsable de dicha Consejería, Rocío Díaz, opina que la aprobación de este PGOU, del que el ayuntamiento deberá subsanar una serie de deficiencias antes de su entrada en vigor, «abre un nuevo futuro para la Línea, al permitir su desarrollo económico y avanzar e iniciativas que vengan a cubrir las demandas de sus vecinos». Se cree que todo ello supondrá un aumento poblacional de 27.744 habitantes para una localidad que lo tenía complicado para crecer más dado su particular enclave.