La organización ecologista ha solicitado a la Junta tener conocimiento de dónde proceden estos restos de edificaciones,Belén Pérez

Cádiz

Denuncian ante Bruselas que Gibraltar importa piedras de Casares para los rellenos

Verdemar reporta que el último megaproyecto urbanístico del Peñón ocupará 20 hectáreas más del frente litoral

La asociación conservacionista Verdemar-Ecologistas en Acción ha denunciado ante la Comisión Europea que el Gobierno colonial de Gibraltar está importando piedras desde el municipio malagueño de Casares para llevar a cabo su megaproyecto urbanístico sobre los rellenos de la cara este del Peñón.

En un comunicado, el colectivo ha denunciado que camiones procedentes de las canteras de Casares están proporcionando el material de piedra de escollera necesario para acometer las obras, que se desarrollan en una Zona de Especial Conservación (ZEC) del Estrecho Oriental.

Según Verdemar, las obras en la zona de Eastside requerirán de 50.000 toneladas de piedras de los espigones de la localidad malagueña para seguir ganando terreno al mar. Además, la actuación urbanística del Gobierno colonial de Gibraltar está derivando en un vertedero de escombros y de «todo tipo de residuos».

Por otro lado, los ecologistas reportan que la expansión del Peñón sobre las aguas limítrofes ocuparán 20 hectáreas más del frente litoral, según las averiguaciones de una barcaza de investigación del colectivo. Verdemar ha denunciado estos hechos ante la Comisión Europea.

Zona protegida

En el año 2005, el Gobierno de España, entonces presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pidió la paralización de los rellenos y elevó el caso a la Comisión Europea (CE), que en 2008 declaró el Estrecho Oriental como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) por la presencia de hábitats y especies de interés comunitario de la Directiva Hábitat.

No obstante, un año más tarde afirmó que, «según la limitada información disponible» entonces, no le era «posible detectar ningún incumplimiento de la legislación medioambiental comunitaria que pudiera atribuirse a este proyecto», en alusión a los rellenos.

En noviembre de 2012, el Gobierno de España, ya entonces presidido por Mariano Rajoy (PP), declaró Zona Especial de Conservación (ZEC) el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) del Estrecho Oriental para protegerlo de los rellenos.

Sin embargo, pocos meses más tarde, en julio de 2013, un remolcador arrojó, por orden del Gobierno colonial, hasta 70 bloques de hormigón con pinchos de hierro en el caladero de pesca ubicado en la zona conocida como Campo de la Virgen, a escasa distancia del espigón exterior del puerto de La Línea.

El Gobierno colonial, con el laborista Fabián Picardo ya al frente (desde 2011), defendió esta actuación como parte de su «estrategia de protección marina», con el objetivo de crear arrecifes para «incrementar la biodiversidad» y dar «refugio a muchas especies marinas». Una patrullera de la Guardia Civil, alertada por un pescador, acudió al lugar de los hechos y evitó que el remolcador finalizara su trabajo, pero el daño ya estaba hecho.