Así es la vida «entregada al deporte» de una de las 15 mejores juniors del mundo en halterofilia

Lucía Fandiño, atleta de la selección española de halterofilia, entrena cada día muy duro para conseguir su mayor logro: enfrentarse a sí misma y a sus marcas personales. Uno de sus hitos más recientes ha sido la clasificación entre las 15 mejores junior en el Campeonato del Mundo de Halterofilia.

Desde bien pequeña, la gaditana no concebía su vida sin que esta estuviera relacionada con el deporte, y tras haber practicado una infinidad de disciplinas llegó la halterofilia, actividad de la que quedó totalmente encandilada.

Desde que tuvo su primer contacto con este exigente deporte, supo que quería dedicar su vida a ello y ahora puede conseguir su sueño gracias a su estancia en el Centro de Alto Rendimiento de la capital española. Además, compagina su carrera deportiva con los estudios de Fisioterapia en la Universidad Complutense de Madrid. Hablamos con Lucía Fandiño para comprender un poco más cómo es la vida de una atleta de élite.

— ¿Cómo te sientes al ser una de las 15 mejores juniors en el Campeonato del Mundo de Halterofilia?

— La verdad que no tenía ninguna expectativa previa al campeonato, por lo que me hizo mucha ilusión haber conseguido posicionarme así en el ranking mundial. Me llevé muy buen sabor de boca de esta competición; cinco de seis movimientos válidos y una mejora de mis marcas personales. Además, mantengo un bonito recuerdo por todo el cariño que me dieron mi familia y amigos que vinieron hasta León para animarme.

— ¿Cómo llegaste, deportivamente hablando, a esa competición?

— Llegaba en un punto de forma espectacular. Para una competición de este calibre es complicado saber hasta dónde hay que apretar, sin pasarse para evitar lesiones. Es por ello que tengo confianza plena en mis entrenadores y fisios, los cuales han trabajado mucho para que llegara en las mejores condiciones posibles.

Ha sido una competición para la que hemos entrenado mucho, por lo que da una gran satisfacción que todo ese trabajo se haya visto reflejado en la tarima.

— ¿Cómo es tu día a día en cuanto a entrenamientos y alimentación?

— En la halterofilia se compite por categorías de peso corporal, por ello tenemos que controlar bastante lo que comemos para mantenernos siempre en unos márgenes. Esto es importante para que cuando tengamos que dar el peso para la competición no nos perjudique, ya que el pesaje se realiza dos horas antes de que empiece la competición.

En cuanto a los entrenamientos, los martes, jueves y sábados entreno solo por la mañana y los lunes, miércoles y viernes tengo doble sesión. Mi día a día lo dedico básicamente a entrenar, a descansar para recuperarme entre sesiones y a ir a clase. Es una vida completamente entregada al deporte, pero no la cambiaría por nada.

— ¿Qué te da la halterofilia que no te dan otras prácticas deportivas?

— He practicado muchos deportes a lo largo de mi vida: natación, gimnasia rítmica, pádel, crossfit… Sin embargo, la halterofilia me enganchó desde el principio. Es un deporte en el que compites contra ti mismo, con el objetivo de levantar más peso cada vez.

Una cosa que me encanta es que combina la fuerza con la técnica, por lo que al contrario de lo que la gente puede pensar, el más fuerte no es siempre el que más levanta. Hay cualidades como la coordinación, la velocidad o la trayectoria que son imprescindibles a la hora de levantar.

Por otro lado, a pesar de ser un deporte individual, necesitas rodearte de un buen equipo si quieres llegar lejos. La halterofilia me ha hecho conocer a personas increíbles, las cuales forman una parte fundamental en mi vida.

— ¿Cuál es tu próximo reto?

— En poco más de un mes el Campeonato de Europa Junior que se celebra en Polonia. Es un campeonato que vamos a preparar con mucha motivación con la intención de acabar la temporada de la mejor manera posible. Espero disfrutar mucho del campeonato y poder seguir dando buenas noticias.