Cádiz
El sanluqueño que cogió su furgoneta y se plantó en Catarroja: «Sentía que teníamos que ayudar a Valencia»
El joven gaditano explica a El Debate por qué decidió colaborar con el desastre: «Me animé a ir porque vi un vídeo que me impactó muchísimo»
La DANA ha suscitado la compasión y el espíritu colaborativo de miles de ciudadanos de toda España. Juan Jesús Diánez, fundador de Lutier Producciones, ha sido uno de los vecinos que no ha dudado en cargar su vehículo de provisiones para acudir en ayuda de los valencianos.
La situación en varias comarcas de la Comunidad Valenciana es devastadora. No tienen agua, electricidad, medicamentos ni ropa y las condiciones de las calles se han vuelto insalubres debido a la acumulación de desechos sin recoger y al estancamiento del agua.
La desesperación de los afectados ha llegado hasta el corazón de cientos y cientos de españoles que se han desplazado desde todos los puntos del país para ayudar a quienes más lo necesitan. Así lo hizo este pasado viernes Juan Jesús Diánez, transportando además un acopio de suministros para repartir entre los valencianos. El productor del podcast ‘Ahora me entero’, nos transmite cuál es la situación que están viviendo los lugareños.
—¿Por qué decidiste ir hasta la zona afectada? ¿Cómo fue el trayecto?
—La verdad es que me animé a ir porque vi un vídeo en YouTube que me impactó muchísimo. Pensé que, bueno, podía intentarlo y tirar para allá. Afortunadamente, ahora tenemos en la productora una furgoneta y, de alguna manera, sentía que teníamos que ayudarlos.
El trayecto fue bastante bien, la verdad. El tráfico estaba superfluido, y la entrada a Catarroja también fue muy sencilla. A la policía local le dijimos que veníamos con suministros, y nos dejaron pasar. Además, una chica contactó con nosotros a través de Instagram en respuesta al comunicado que publicamos solicitando ayuda. Nos dio más información y nos comentó que vivía en Cádiz, aunque su familia era de Catarroja, como ella. Entonces decidimos ir para allá, aprovechando los contactos que ella tenía en la zona, para que la ayuda llegara de la mejor manera y de la forma más efectiva.
—¿A qué zona acudiste y cuál es la situación actual?
—Nosotros estuvimos en Catarroja, y la situación actual es catastrófica. Cuando digo catastrófica, quiero decir que no somos conscientes del nivel de la devastación. No ha quedado un solo centímetro de nada que esté bien. Es decir, cuando hablamos de guerra, sí, en una guerra cae una bomba, destruye un edificio, pero quizás queda algún coche para moverse, o alguna farmacia con provisiones. Aquí, en cambio, no hay nada.
El agua llegó a dos metros de altura en muchos puntos. Entonces, imaginad: no ha quedado absolutamente nada. Uno podría pensar: «Bueno, he perdido mis coches, pero en aquel concesionario aún queda algo, porque no fue afectado». No es así. Los concesionarios, con coches aún sin matricular, están todos destruidos. No hay absolutamente nada; no hay manera de acceder a nada, ni siquiera a una simple necesidad... No queda nada.
—¿Alguna historia que te haya impactado?
—Una de las historias que más me impactó fue cuando nos pidieron una Coca-Cola. Entre los suministros que llevábamos, Coca-Cola no estaba incluida, es cierto. Así que cogimos una de la nevera que llevábamos para el viaje, donde teníamos comida y bebida. Cuando le di la lata, esa mujer se abrazó a mí llorando, dándome las gracias. No podía imaginar lo que significaba para ella darle esa Coca-Cola: era para su hijo.
Con gestos y detalles como esos, podemos hacernos una idea de lo que están viviendo esas personas en este momento.
Hay zonas a las que todavía no ha llegado nadieFundador de Lutier Producciones
Allí hace falta mucha más ayuda; no tienen todo lo que necesitan. Hay zonas a las que todavía no ha llegado nadie; solo hemos llegado los voluntarios. Esa es la realidad, y es necesario transmitirla.