Cádiz
Dos okupas con sueldos y coches propios viven en su chalet de 250 metros cuadrados: «Estoy desesperado»
Además de adueñarse de la propiedad de este vecino de Sanlúcar, se han hecho con la zona de garajes
La okupación de viviendas está a la orden del día; en alguna ocasión, suele venir precipitada por la necesidad de los ciudadanos. No obstante, este no es el caso de dos individuos que supuestamente se han apropiado de un majestuoso inmueble con piscina teniendo dos nóminas y dos vehículos propios.
Esta situación está mermando la salud de Carlos Caballero, propietario de la vivienda, que ve como los días pasan sin que pueda acceder a su chalet construido en una parcela de 800 metros cuadrados que con tanto sacrificio había podido comprar. Caballero está atado de pies y manos y siente que esta situación no tiene solución.
«Me siento superimpotente. Me siento solo ante la ley. Desde comisaría me dicen que no pueden hacer nada», manifiesta el vecino que está llamando a las puertas de todos los recursos que tiene disponible para conseguir recuperar su casa.
Según las palabras del dueño del inmueble, que se nutre de la información que le hacen llegar conocidos de los okupas, en el interior de la vivienda permanecen un hombre y una mujer casados recientemente de unos 50 años. Él, natural de Trebujena, presuntamente trabaja en el hospital de Jerez, mientras que ella, nacida en Arcos de la Frontera, está recibiendo una prestación.
Tal y como narra el sanluqueño, la pareja dispone de dos coches al corriente de todos los pagos, como los seguros, impuestos e inspecciones técnicas. Ambos vehículos los tienen resguardados en los dos garajes exteriores que dispone la vivienda. En un intento para que los presuntos okupas no hicieran uso de estas instalaciones, Carlos puso una cuba con arena en la entrada de estas, útil que retiraron posicionándolo en mitad de la carretera, según el testimonio de este.
Las circunstancias se agravan por días y la angustia de Carlos le hunde en los trámites legales. «Estoy desesperado», insiste ante las trabas que encuentra para recuperar el hogar que adquirió hace un par de meses. El apalabramiento del inmueble se forjó un tiempo atrás y fue en el momento de la compra cuando Caballero tuvo constancia de que la vivienda estaba okupada.
Esta situación fue llevada a juicio; no obstante, este quedó anulado porque la abogada de oficio de los supuestos okupas se encontraba en huelga. Así las cosas, según el dueño, el nuevo representante legal de los sujetos, que es de servicio privado, le ha pedido a Carlos una cuantía de 15.000 euros, que finalmente ha sido rebajada a 11.000. Dicha cantidad sería la que resolvería el conflicto haciendo que los inquilinos abandonaran la casa. Este hecho ha sido denunciado por Caballero ante las autoridades correspondientes.
Tienen el agua y la luz enganchadasPropietario de la casa
«Tienen el agua y la luz enganchadas. El fraude con respecto al agua y la luz es un delito y desde los servicios me dicen que no pueden hacer nada», comenta Caballero, haciendo referencia a que los sujetos tienen los suministros conectados a la red de forma ilegal.
A Carlos solo le queda esperar la celebración del juicio que se llevará a cabo entre los meses de febrero y marzo del próximo año y esperar a la sentencia, mientras que, supuestamente, ve cómo otras personas disfrutan de la casa que compró con tantas ganas e ilusión. «Por lo menos queda un año más».