Málaga
La razón por la que los legionarios cantan 'El Novio de la Muerte' durante el traslado del Cristo de Mena
El Cristo de la Buena Muerte es protector de la Legión desde 1928 y es portado por los legionarios cada Semana Santa
Nadie entiende el Cristo de la Buena Muerte sin la Legión, y a los legionarios, sin la presencia de su sagrado protector en la noche del Jueves Santo mientras entonan con devoción 'El Novio de la Muerte'. Un binomio que se ha convertido en un símbolo de la Semana Santa de Málaga.
La vinculación de la Legión con el conocido como Cristo de Mena se remonta al año 1921, cuando se acogió a la sagrada protección del Cristo de la Buena Muerte. Esta popular unidad del Ejército, con la denominación inicial de Tercio de Extranjeros, había sido fundada un año antes. La Autoridad Militar confirmaría en el año 1928 al Cristo de la Buena Muerte como protector y patrón de la Legión.
Pero una de las singularidades de esta vinculación se da en 1931 con la puesta en marcha de la primera guardia legionaria ante la imagen del crucificado en la capilla de Santo Domingo. Cada Semana Santa varias escuadras se turnan continuamente para velar por la buena muerte de Jesucristo montando guardia de Domingo de Ramos a Miércoles Santo, a la que asisten miles de malagueños y visitantes que no quieren perderse esta guardia legionaria.
Traslado y entronización del Cristo
La popularidad de la Legión en Málaga es inconmensurable. Uno de los momentos en los que se manifiesta esta devoción militar es cuando se realiza el traslado y posterior entronización del Cristo en la mañana del Jueves Santo con un acto en la explanada de Fray Alonso de Santo Tomás, en la que el Cristo sale a hombros de los caballeros legionarios.
Por la noche, durante la procesión, la Legión desfila marcialmente detrás del trono, sin perder de vista a su protector, entonando continuamente 'El Novio de la Muerte' entre el calor y los vítores de los malagueños.
En el año 2000, el entonces arzobispo castrense de España, monseñor José Manuel Estepa Llaurens, aprobó el decreto de nombramiento de protector oficial de la Legión española al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, siendo general jefe de Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII', Enrique Gomáriz de Roble. De esta manera, se unían los lazos de la vinculación de manera oficial definitivamente.