La presencia de bandas organizadas en Marbella es una constante desde hace décadas, aunque su modus operandi ha cambiadoAyuntamiento de Marbella

Málaga

Radiografía del crimen organizado en Marbella: el violento giro de las nuevas generaciones

Los tiroteos que han tenido lugar en los últimos tres meses invitan a cuestionarse la seguridad ciudadana en la zona y a analizar qué ha cambiado y por qué se ha llegado a esta situación

Marbella, sinónimo de lujo, elitismo y exclusividad, parece haberse convertido en los últimos meses en el epicentro de la violencia y la inseguridad en la Costa del Sol, con cinco tiroteos en sus calles, la mayoría a plena luz del día, a la vista de paseantes y turistas. Esta preocupante situación ha desembocado en la implementación, desde el jueves 12 de abril, del llamado ‘Plan Marbella’, llevado a cabo por la Policía Nacional y respaldado por el Ayuntamiento de la ciudad y la Policía Local. Su objetivo, prevenir nuevos sucesos con armas de fuego, garantizar la seguridad de los ciudadanos y luchar contra el crimen organizado de una manera efectiva y contundente.

Esta situación no es nueva en Marbella. Tal y como analiza Mariló Valencia, Secretaria General del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Málaga, el crimen organizado está asentado en la Costa del Sol desde los años 80. En concreto, «más de 90 grupos criminales» operan en la zona desde hace décadas, aunque, actualmente, las cosas han cambiado. «Antes estos grupos pasaban desapercibidos. Ahora, las nuevas generaciones de estas bandas tienen otra ‘línea de trabajo’. Son mucho más violentas, más agresivas en sus vuelcos y en sus ajustes de cuentas», explica. «Todo esto ya ha ocurrido en las generaciones anteriores, sólo que antes se hacía en lugares aislados o en sus domicilios», mientras que hoy sucede a plena luz del día y en medio de la ciudad.

Una de las posibles causas por las que Marbella es foco y centro de operaciones de esas bandas criminales es por las «facilidades» que ofrece la ciudad a este tipo de grupos. Viviendas de lujo, urbanizaciones exclusivas, centros comerciales con primeras marcas o colegios internacionales «provoca que estos líderes puedan vivir tranquilamente en Marbella, pero esta riqueza se está extendiendo, tanto a nivel urbanístico como de desarrollo, por lo que los grupos criminales van cambiando de domicilio, asentándose a lo largo de la costa», asegura.

La puesta en marcha del ‘Plan Marbella’ ha sido «muy positiva» en esta primera semana. El primer éxito, la localización de los presuntos autores del último tiroteo, ocurrido el sábado pasado en el Centro Comercial de Guadalmina. La aceptación del operativo «no está encontrando obstáculos, sino todo lo contrario». Además de los agentes de la Policía Nacional de la zona, a los que se suman los destinados en Comisión de Servicio de otras plantillas y la colaboración de la Policía Local de Málaga y la Guardia Civil, «tenemos la gran suerte de que la propia ciudadanía es consciente de la necesidad del Plan». Para Valencia, entramos en «una época estival en la que se va a cuadriplicar la población», por lo que «es indudable que se van a necesitar más policías» y una colaboración estrecha entre los agentes de los distintos cuerpos «para poder acabar con estos grupos criminales».

A pesar de lo que pueda parecer en vistas de esta situación, para Mariló Valencia «la seguridad en Marbella no está comprometida. Es cierto que estos hechos crean cierta alarma social porque ocurren a la luz del día y los ciudadanos son testigos de ello. Pero, si tú paseas por Marbella, te das cuenta de que no hay un sentimiento de inseguridad entre la ciudadanía», explica.

La necesidad del ‘Plan Costa del Sol’

Aunque desde el SUP se considera «un gran avance» este plan policial, es «necesario que se extienda por toda la Costa del Sol, no sólo en Marbella, y que no acabe en octubre porque los hechos que vienen sucediendo no son algo aislado ni estacional». Para la Secretaria General, el ‘Plan Marbella’ «debería ser el ‘Plan Costa del Sol’, ampliarse e incrementar las plantillas policiales, aumentar también los medios tecnológicos y, por supuesto, que no haya ningún Policía Nacional sin chaleco», reivindica.

«En los últimos registros hemos descubierto que las armas de guerra están a la orden del día, de ahí la necesidad de cambiar la legislación e incrementar las penas en el caso de la tenencia o uso ilegal de armas y explosivos», ha asegurado, añadiendo que una de las herramientas más poderosas para hacer frente a este crimen organizado pasa por «crear una nueva comisaría con un volumen mínimo de 500 efectivos policiales», además de unificar en un único cuerpo los dos grupos policiales estatales (Policía Nacional y Guardia Civil) para «evitar muchas de las problemáticas que tenemos, sobre todo en relación con las investigaciones» y, por último, la creación de un tribunal especializado en crimen organizado y narcotráfico, como anunció en su día el Presidente de la Junta de Andalucía.