El motivo por el que se celebra el Día de la Independencia norteamericana en este pequeño pueblo de Málaga

El 4 de julio de 1776 se declaró a Estados Unidos una nación independiente del poder británico; hasta esa fecha, las 13 colonias que conformaban el nuevo país pertenecían a Gran Bretaña y estaban supeditadas a ella. Benjamin Franklin, John Adams, Thomas Jefferson, Roger Sherman y Robert R. Livingston, considerados Padres Fundadores, formaron el comité que redactó la histórica Declaración de Independencia, la cual provocó una ruptura definitiva de los lazos con la Corona Británica y marcó un antes y un después en la historia de Norteamérica.

No fue hasta la muerte de los Padres Fundadores cuando empezó a popularizarse la conmemoración de tan señalada fecha. Desfiles, hogueras, fuegos artificiales, música y reuniones familiares en parques y jardines en torno a una parrilla se vienen celebrando desde entonces y en todos los rincones de Estados Unidos para festejar el nacimiento del país. A casi 6.000 kilómetros de distancia, Macharaviaya, municipio de la Axarquía malagueña con poco más de 500 habitantes, es el único lugar fuera de Norteamérica donde se celebra, cada año y desde 2009, el 4 de julio.

El motivo por el que Macharaviaya adopta esta fiesta estadounidense no es otro que honrar la memoria de su ciudadano más ilustre, símbolo, además, de la Historia de Estados Unidos y una figura clave en su proceso de independencia. Bernardo de Gálvez, nacido en el municipio malagueño en 1746 y gobernador de Luisiana en 1776, fue el héroe de la batalla de Pensacola, en la que encabezó al ejército norteamericano para hacer frente a los ingleses. Su participación y triunfo fue tan esencial que llegó incluso a participar en el Desfile de la Victoria por las calles de Filadelfia junto a George Washington.

El militar macharatungo fue nombrado, a título póstumo, ciudadano honorífico estadounidense y la ciudad de Galveston, en Texas, y la localidad de Galvez, en Luisiana, recibieron su nombre en honor al malagueño. Su trascendencia en el devenir del país americano se homenajea en el mismo Senado de los Estados Unidos, donde cuelga un retrato del español, y en Washington D.C., donde una escultura ecuestre recuerda que «España ofreció la sangre de sus soldados por la causa de la independencia estadounidense». Además, hace apenas unas semanas, se ha podido saber que la futura fragata FFG 67 de la Marina de Estados Unidos llevará el nombre de Bernardo de Gálvez.

Desfiles, música, barbacoa y fuegos artificiales

Su pueblo natal se suma a todos estos homenajes y, como sucede cada año desde 2009, celebrará por todo lo alto el 4 de julio en honor del legado histórico español en el país americano. Por segundo año consecutivo, Nerja y Macharaviaya se unen para acoger los festejos y estrechar así los lazos de las dos localidades vecinas.

El día 5 de julio, Nerja será el escenario del desfile histórico, que contará con más de 60 personas vestidas con trajes de época del siglo XVIII, con las asociaciones de Granaderos y Damas de Gálvez y Torrijos como protagonistas. Como invitados de honor, una representación de ciudadanos de Pensacola, ciudad hermana de Macharaviaya, participarán también en el desfile, capitaneados por su alcalde y acompañados por primera vez de la banda de música de Nerja.

Tal y como anunció Antonio Campos, alcalde del municipio, José Luis López-Linares, director y productor de los grandes documentales históricos España, la primera globalización e Hispanoamérica, canto de vida y esperanza, asistirá al desfile, el cual será el punto de partida de su nuevo proyecto documental.

El día 6, los festejos se trasladan a Macharaviaya, su sede principal, donde las costumbres festivas norteamericanas inundarán las calles del municipio malagueño. Representaciones históricas de la Batalla de Pensacola (con un guión totalmente renovado y sorprendente) a cargo de las asociaciones de Granaderos y Damas de Gálvez y Torrijos, concursos de trajes de época, degustación del licor de hidromiel, que bebían las tropas de la época, conciertos, proyección de películas y, como no podía ser de otra manera, una tradicional barbacoa americana y fuegos artificiales para poner el broche de oro a una fiesta única en nuestro país.