La imagen de bronce, de apenas 15 centímetros de tamaño, se guarda en una cápsula para evitar su deterioro

Esta escultura de bronce, de apenas 15 centímetros de tamaño, se guarda en una cápsula para evitar su deterioroAyuntamiento de Benalmádena

Málaga

'La Chiquita', la Virgen del Carmen submarina que vive en una cueva a nueve metros de profundidad

La imagen es venerada por la Agrupación de Buzos Virgen del Carmen de Benalmádena que, una vez al año y con ocasión de su festividad, la hacen emerger del fondo del mar

En infinidad de rincones de la provincia de Málaga, y de otras localidades costeras de España y pueblos de Hispanoamérica, el 16 de julio está marcado en el calendario como uno de los días grandes del año. La festividad de Nuestra Señora del Carmen, patrona de marineros y pescadores, se celebra en municipios de toda la provincia con espectaculares procesiones por tierra y mar, ofrendas de flores y exposiciones ante los fieles, que besan su escapulario y piden su intercesión llenos de fe y esperanza.

Cada localidad y cada congregación tiene su propia imagen de la Estrella de los Mares, a la que cuidan y veneran con fervor, sobre todo durante estos días del mes de julio. Pero existe una muy especial que atrae todas las miradas de cuantos se acercan al municipio malagueño de Benalmádena a celebrar su fiesta.

Es 'La Chiquita', una imagen de bronce de la Virgen del Carmen de 15 centímetros de tamaño, protegida por una cápsula cerrada al vacío, que descansa en una ermita submarina a nueve metros de profundidad frente a la bahía. Rodeada de peces y de corales, la pequeña escultura mariana es custodiada por los buzos de la Agrupación de Benalmádena, que la consideran su patrona y protectora. Para visitarla, los fieles recorren una ruta de peregrinación submarina hasta llegar a la cueva de Laja Bermeja, donde descansa la Virgen.

Esta curiosa devoción nació en 2005, cuando la asociación cultural Virgen de los Buzos de Benalmádena decidió hacerse con su propia imagen de la Virgen y ubicarla en su lugar predilecto por excelencia: las aguas del Mediterráneo. Aunque primero colocaron una imagen de mármol, se decidió cambiarla por otra realizada en bronce y, debido a su pequeño tamaño, fue enseguida bautizada como ‘La Chiquita’. Para evitar que sufra ningún tipo de daño, la Virgen se conserva en una cápsula de buceo sellada al vacío, lo que le permite permanecer intacta durante décadas.

Tal y como sucede cada año desde 2009, el domingo anterior al 16 de julio, los buzos se sumergen hasta la cueva para tomar a la Virgen y llevarla hasta la superficie, donde la recibe la autoridad portuaria y se celebra una ofrenda floral en su honor. Después, es trasladada en procesión hasta la parroquia de la Virgen del Carmen de Benalmádena, donde se expone junto a la titular. Ya el mismo día 16, se celebra lo que se conoce como el 'encuentro' en la dársena del Club Náutico de 'La Chiquita' con su titular, momento en que ambas imágenes son acogidas por los fieles y se despiden hasta el próximo año, antes de regresar a su cueva submarina.

Cada año, más de 5.000 personas se congregan en la Capitanía de Benalmádena para ser testigos de este momento tan simbólico y especial. Por ello, el Ayuntamiento ha decidido iniciar los trámites para que este acto sea declarado Fiesta de Singularidad Turística Provincial. La propuesta, que fue presentada por el Partido Popular, recibió el apoyo unánime de toda la corporación, mostrando el significado y el cariño que todo el pueblo de Benalmádena siente por la Virgen del Carmen.

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