La expareja del antiguo propietario no recibió remuneración alguna por la venta, por lo que ha actuado por despecho

Málaga

Una pareja compra una casa por 640.000 euros, pero la exmujer del propietario la 'okupa' y pide 250.000 más

Unos británicos adquirieron un inmueble en Benahavís con la intención de que fuera su segunda residencia, pero al llegar a España se encontraron con que la expareja del anterior dueño estaba dentro

Una pareja de británicos que ha comprado una vivienda en Benahavís (Málaga) para emplearla como segunda residencia durante sus vacaciones se han encontrado, a su llegada a España, que el inmueble sigue habitado a pesar de que ya lo habían adquirido.

Efectivamente, los formalmente nuevos propietarios desembolsaron 640.000 euros por hacerse con la citada casa pero al llegar allí descubrieron que estaba ‘okupada’ por un singular personaje: la expareja sentimental del anterior dueño, la cual, ni corta ni perezosa se había instalado por su cuenta en el inmueble y cambiado la cerradura.

Esta mujer se separó del expropietario de la vivienda poco antes de realizarse la operación de compraventa. Enfadada por esta decisión, decidió ‘okupar’ la que fue la casa de su expareja y exigir a los nuevos dueños una compensación económica para dejarla de nuevo: 250.000 euros.

Exigía dinero por despecho

Para agilizar la solución del problema, dado que le había vendido por 640.000 euros una casa a unos británicos que no podían disfrutar, el antiguo propietario contrató una empresa especializada en ‘okupaciones’ ilegales que intermediaría con la ‘okupa’.

Su portavoz explicó en el programa de Antena3 ‘Espejo Público’ que esta mujer exigía esa cantidad por despecho, ya que al no tener ningún tipo de derecho sobre la casa, no había recibido ninguna remuneración económica tras la venta realizada por su expareja.

Por si fuera poco, el inmueble ha sido vandalizado durante este tipo por la nueva ocupante. Primero cambió la cerradura tras entrar irregularmente y una vez dentro, se ha conectado a la luz de la comunidad para poder tener electricidad, ya que el anterior inquilino dio de baja los contratos cuando la casa se quedó vacía.