Los manteros senegaleses de Benalmádena acusan a la Policía de «ejercer fuerza física» contra ellos

La Asociación de Senegaleses de Benalmádena ha salido en defensa de la veintena de vendedores ambulantes de su país que hace pocos días atacaron violentamente a la Policía Local de Benalmádena en el paseo marítimo tras tratar de identificar a uno de ellos. Como consecuencia de esta trifulca, en la que el Ayuntamiento asegura que la Policía trató de defenderse del ataque, cuatro agentes terminaron en el hospital debido a las heridas provocadas por los senegaleses involucrados en el altercado.

Así, a través de un comunicado, la Asociación manifiesta que «desde hace unos meses se ejerce la fuerza física hacia algunos de nosotros». Según su versión de los hechos, tras solicitarle los agentes su identificación al vendedor, éste «pidió que no le quitaran la mercancía e intentó recoger la manta donde tenía los productos y los policías le agredieron para impedirlo». Insisten en que le sujetaron y «le dieron con las esposas en la cabeza, causándole una herida».

En el comunicado, el colectivo asegura que el único involucrado fue el vendedor al que le solicitaron su identificación, «los demás vendedores sólo nos acercamos al ver la escena para intentar mediar y de forma pacifica, tal y como pudieron ver los viandantes que se encontraban en aquellos momentos en el paseo marítimo y la propia policía», mientras que la versión proporcionada por el Ayuntamiento de la localidad habla de la necesaria intervención de todos los efectivos policiales de Benalmádena debido a la violencia que ejercieron la veintena de manteros que acudieron en defensa de su compañero.

En el mismo texto se lamentan de «las lesiones que sufren los agentes de policía local y las de nuestro paisano» y exigen al alcalde, Juan Antonio Lara, una reunión urgente, demandándole la misma atención que antes de las elecciones «cuando sí estaba dispuesto a ayudarnos». Sostienen que «se nos prometió el acceso al mercado laboral a través de unos cursos, de los que a día de hoy no sabemos nada».

El colectivo se siente «parte de la comunidad benalmedense», donde muchos de sus componentes viven con sus familias «desde hace más de 40 años» y confiesa que «la venta ambulante es, por desgracia, hoy por hoy, la única opción que tenemos para poder sobrevivir, tanto nosotros como nuestras familias e hijos».

«Nuestro deseo es que toda esta situación de crispación y tensión se calme lo antes posible por lo que reiteramos al alcalde, Juan Antonio Lara, que tenga sensibilidad con nosotros y que por favor nos reciba la próxima semana», finalizan.