Angelita, la malagueña de 89 años que llena las redes sociales de consejos, bailes, recetas y mucho humor

Con más de 8.000 seguidores en Instagram, @oma.angelita, Angelita Gómez, se siente una influencer más en el complejo y juvenil mundo de las redes sociales. Sus vecinos la reconocen por la calle y sus amigas no pueden estar más orgullosas de ella. A punto de cumplir 89 años, esta madre de seis hijos y abuela de nueve nietos ha hecho frente a la vejez y la soledad con un arma tan simple y poderosa como el teléfono móvil.

Angelita, natural de Coín pero vecina de la capital desde los seis años de edad, se considera «una peliculera» desde pequeñita. En palabras a Canal Sur, la casi nonagenaria influencer confesó que todo arrancó cuando su marido falleció hace apenas seis años y ella decidió apuntarse a un montón de actividades para no sentirse sola, mantenerse ocupada y tener la mente despejada. Trabajos manuales, castañuelas, gimnasia, baile… nada se le resistía.

Con la imposición del confinamiento durante la pandemia de la Covid, Angelita lanzó su primer vídeo a las redes. Aunque ella ya generaba su propio contenido que enviaba solamente a sus amigas, la Semana Santa de 2020 fue el momento en el que se atrevió a compartirlo públicamente, animada por una prima suya «que es más peliculera que yo». En el vídeo en cuestión, Angelita, vestida elegantemente con mantilla, simulaba una procesión en el salón de su casa para tratar de animar a todos los malagueños que echaban de menos la tradicional salida de los pasos.

A partir de entonces, la mujer no ha dejado de generar contenido de todo tipo, desde recetas de cocina, bailes y manualidades hasta críticas cinematográficas de sus series favoritas o denuncias vecinales de su propio edificio, todo ello sin perder la naturalidad y el sentido del humor y mostrando una entereza, una energía y unas ganas de vivir envidiables que provocan cientos de comentarios piropeando sus intervenciones.

Ella asegura sentirse feliz por la gran cantidad de amigos que ha hecho a través de las redes y por la ayuda que, sin ser consciente, presta a personas como ella, mayores y en situación de soledad, animándoles a hacer cosas, a sentirse vivos y activos.

Ya se ha hecho con un trípode y un aro de luz que le trajeron los Reyes Magos para mejorar la calidad de sus grabaciones y asegura que procura subir algo nuevo cada día para no perder el ritmo, la actividad y el contacto con sus fans. «Parece que he estado toda la vida haciendo películas», bromea.