El motivo por el que este puente que cruza el Guadalmedina une Málaga con Alemania

Corría el año 1900 y la fragata alemana Gneisenau llegó de visita oficial de cortesía a las costas malagueñas, mostrando así la buena relación existente entre los dos pueblos amigos, pero también como un modo de hacer valer de manera pacífica los intereses coloniales alemanes en las costas del Mediterráneo.

Tras 14 días apaciblemente fondeado en Málaga, la mañana del 16 de diciembre arreció un fuerte temporal de levante que los alemanes no se esperaban. Acostumbrados al mar Báltico, decidieron permanecer donde se encontraban, a 800 metros de la costa, desoyendo los consejos del comandante de marina malagueño, que les recomendó regresar a puerto para hacer frente a la fuerza del mar y evitar males mayores.

Como resultado del fuerte oleaje, el buque chocó contra la escollera, lo que provocó daños irreparables en su casco y el rápido hundimiento del navío en aguas del Mediterráneo. Las campanas de la Catedral de Málaga comenzaron a sonar avisando del desastre y llamando la atención de los malagueños, que se acercaron al puerto para ver qué sucedía.

Asombrados por la situación que se estaba viviendo a unos cuantos metros de la orilla y sin pensárselo dos veces, los marineros malagueños se lanzaron al mar, algunos a nado, otros en sus barcas, para tratar de socorrer y rescatar al mayor número de víctimas posible.

De los 466 tripulantes del navío, 41 fallecieron y un centenar resultaron heridos. Algunos fueron atendidos en hospitales, pero otros muchos fueron acogidos en hogares particulares de ciudadanos anónimos, que se ofrecieron a ayudar a las víctimas sin esperar nada a cambio.

Siete años después de este incidente, otro nuevo temporal azotó la ciudad de Málaga. Esta vez, las riadas que desbordaron el río Guadalmedina arrastraron varios puentes, entre ellos el puente de la Aurora y el de Santo Domingo. Cuando la noticia llegó a Alemania, el káiser Guillermo II decidió devolverle el favor al pueblo malagueño y convocó una colecta, en la que participó con un generoso donativo, para reunir el dinero necesario para construir un puente en la capital costasoleña.

De esta manera, el nuevo puente de Santo Domingo, conocido popularmente como Puente de los Alemanes, no solo conecta la ciudad desde los extremos del Guadalmedina desde el ya lejano 1909, sino que simboliza, además, la unión y el hermanamiento de los dos pueblos amigos.

Una de las placas que lo adorna es la encargada de conmemorar tan emblemático regalo: «Alemania donó a Málaga este puente agradecida al heroico auxilio que la ciudad prestó a los náufragos de la fragata de guerra Gneisenau. 1900-1909».