Desde hace semanas, los malagueños pasean por las calles con sus cartuchos de castañas asadasFlickr

Málaga

Ni huesos de santo ni buñuelos: esta es la tradición malagueña por excelencia en la fiesta de Todos los Santos

Las localidades de Pujerra, Alaucín y Casares mantienen viva esta costumbre gastronómica y cultural que se alimenta de los frutos del Valle del Genal y de la Sierra de las Nieves

Con los últimos días de octubre y los primeros de noviembre, las tiendas, pastelerías y mesas de media España se llenan de buñuelos de viento y huesos de santo para endulzar, especialmente, las festividades de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos.

Sin embargo, aunque la provincia de Málaga también disfruta de esta azucarada tradición, lo cierto es que en muchos de los pueblos de la Serranía de Ronda y cercanos a la Sierra de las Nieves, además de en la propia capital, predomina otra costumbre que se inaugura cada año con la llegada del otoño.

Las castañas asadas son típicas en estas fechas en las que el frío parece que se instala en la mayor parte de la provincia. El pasado 1 de octubre, 49 puestos de castañas aterrizaron en las calles de la capital, arrancando así una temporada que se extiende hasta finales de año.

La mayor producción de castañas malagueñas proviene del Valle del Genal, un paraje natural de cerca de 500 kilómetros cuadrados, ubicado en la comarca de la Serranía de Ronda, y con un gran número de castaños que, durante el otoño, además de dar sus frutos, ofrecen un precioso paisaje cobrizo digno de postal.

Aunque las cosechas de este año no han sido especialmente buenas debido a la sequía, lo cierto es que muchos de los pueblos aledaños a estos bosques han mantenido sus Fiestas de la Castaña durante la festividad de Todos los Santos como parte de su inmortal tradición.

Así, Alaucín, en la comarca de la Axarquía, repartirá durante el fin de semana 400 kilos de castañas, además de 300 kilos de batatas asadas y mantecados, que regarán con anís para entrar en calor. Este popular evento, el cual reúne a vecinos y visitantes y que ha sido declarado de Singularidad Turística Provincial, tiene su origen en la Noche de Difuntos, cuando los jóvenes del pueblo recorrían las casas pidiendo castañas, batatas y mantecados para compartir en la plaza de Alaucín al toque de las campanas de la iglesia.

Similar costumbre permanece viva en Casares, donde se celebra el ‘tostón’ de castañas el día de Todos los Santos. En esta ocasión, serán los alumnos de cuarto de secundaria del municipio los encargados de asar las castañas en la puerta del cementerio el 1 de noviembre, tal y como manda la tradición. Anís, aguardiente y un puñado de historias antiguas completan una fiesta que los vecinos tratan de evitar que caiga en el olvido.

Pujerra, pequeño municipio de la Serranía de Ronda, también celebra su edición número 21 de la Fiesta de la Castaña, combinando música, gastronomía y tradición para honrar no sólo al fruto estrella de la zona, sino a su patrona local, la Virgen de Fátima.