Sevilla exige mano dura contra los clanes de la droga tras el último tiroteo en las Tres Mil Viviendas
El Comisionado para el Polígono Sur reclama al Gobierno un plan especial de seguridad para la zona, y el sindicato Jupol, vehículos blindados para la Policía
Los vecinos de la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas vivieron este pasado fin de semana un nuevo tiroteo a causa de un vuelco, como se conoce en el argot policial al robo de droga entre clanes de narcotraficantes; un episodio —viral en redes sociales— del que se espera marque un antes y un después respecto a la seguridad en la zona.
Como novedad, en este tiroteo, protagonizado por miembros de los Caracoleños y de los Naranjeros, dos de los clanes de la droga más poderosos de las Tres Mil, se emplearon armas de guerra, además de pistolas y escopetas. Esta circunstancia ha encendido las alarmas en el Comisionado para el Polígono Sur, organismo dependiente de la Junta de Andalucía que reclama al Gobierno de España un plan especial de seguridad para la zona.
Por su parte, la plataforma vecinal 'Nosotros también somos Sevilla', que aglutina a diversos colectivos del Polígono Sur, el barrio más pobre de España, exige a las autoridades «acabar con la impunidad» de quienes delinquen y rompen la convivencia y no «esperar a que haya una guerra» en la zona, y esto se traduce en «recursos» para las fuerzas de seguridad.
Jupol, uno de los sindicatos de la Policía Nacional, ha solicitado al Ministerio del Interior, precisamente, que dote a las fuerzas de seguridad de vehículos blindados en las ciudades de más de 250.000 habitantes, como Sevilla, para «hacer frente a posibles enfrentamientos armados, especialmente en intervenciones que involucren armas de guerra o la actuación de bandas de crimen organizado».
Entre las solicitudes de equipamiento adicional también se incluyen placas cerámicas para chalecos antibalas, así como escudos y cascos con protección balística, «necesarios para enfrentar amenazas balísticas de alta intensidad», según Jupol, que advierte de que «el incremento de la violencia de las bandas organizadas y la pérdida del principio de autoridad desencadenan en situaciones de alto riesgo para los agentes, lo que puede desencadenar en tragedias como la vivida hace unos meses en Barbate», en alusión a la narcolancha que embistió mortalmente a dos guardias civiles que iban a bordo de una zódiac.
El subdelegado del Gobierno de España en Sevilla, Francisco Toscano, ha reconocido la «enorme gravedad» de este último tiroteo acaecido en las Tres Mil Viviendas. No obstante, ha señalado que el asunto no puede ser reducido a un «análisis exclusivamente» limitado al «problema de seguridad», habida cuenta de que el Polígono Sur es el barrio con menor renta media anual por habitante de toda España.
El alcalde de la capital hispalense, José Luis Sanz, ha solicitado a Toscano por carta una reunión «con urgencia» a cuenta de este suceso. «La inseguridad en este barrio no es fruto de la casualidad. La falta de policías nacionales en Sevilla repercute negativamente y de forma directa a todos los sevillanos. Es imprescindible que todas las administraciones nos sentemos para garantizar la seguridad ciudadana y esa es una de mis prioridades», ha declarado Sanz en paralelo.
Balas a 3 km de las Tres Mil
No hubo heridos ni, de momento, se han producido detenciones por el tiroteo. Sin embargo, la Policía Nacional, que está investigando los hechos, ha incautado ya diversas armas de guerra y munición de alto alcance. Se da la circunstancia de que también se han localizado casquillos de bala a unos tres kilómetros de las Tres Mil Viviendas, concretamente en un sexto piso de la avenida de Ramón y Cajal, según fuentes policiales.
La Policía Nacional, además, ha reforzado la vigilancia en las Tres Mil para que no se produzcan nuevos incidentes. No obstante, el problema de seguridad de la zona volvió a quedar patente ayer lunes cuando un bombero fue atropellado por un vehículo cuyo conductor, un peligroso delincuente con una orden activa de busca y captura, se dio a la fuga, siendo detenido más adelante gracias al fuerte despliegue policial.
También se produjo el aviso de un posible nuevo tiroteo. El servicio de Emergencias 112 recibió a última hora de la tarde varias llamadas que alertaban de disparos en la calle Padre José Sebastián Bandarán, junto a la sede de la Fundación Don Bosco, aunque sin aportar más detalles.