Una militante crítica denuncia falta de debate interno: «Si se puede, intervenimos»

Dentro de la dinámica de un congreso de un partido, en la que el cierre de filas suele ser total y todos aquellos que participan en él reman en la misma dirección, a veces se escuchan voces más o menos críticas. Y eso, pese al ambiente reacio a que eso ocurra, aunque lo permitan los estatutos.

«Entiendo que no hay ninguna intervención», aventuraba el presidente de este Congreso socialista, Juan Espadas, cuando era el momento de aprobar la memoria de gestión tras la intervención de Santos Cerdán, secretario de Organización de la formación.

Una única intervención crítica

«Me parece que veo una mano levantada allí, como a un kilómetro», decía con sarcasmo, cuando comprobaba que sí, que a pesar del ambiente de euforia y validación general, había todavía quien quería decir algo llegados a este punto.

Se trataba de una veterana militante de Izquierda Socialista, una corriente de opinión interna dentro del PSOE, que alzaba su voz una vez tuvo un micrófono a su disposición. «Queríamos decir que el artículo 21.1.b dice que hay que debatir y juzgar la gestión de la Comisión Ejecutiva. Al margen del voto a favor o en contra, queremos expresar que eso no ha estado desarrollado dentro de nuestra formación como creemos que debería haberlo estado, es decir, con más participación. Si se puede, intervenimos, y si no, que al menos quede constancia en este Congreso», decía en un tono de resignación en su parte final.

Porque tal y como se temía, no pudo intervenir. Ni tan siquiera añadir algo más. «Gracias compañera», le replicó Espadas desde el estrado, consciente, además, que esa posiblemente fuera lo que se esperaba de él: «quedará constancia de tu intervención en ese sentido». Y a otra cosa, mientras se daba rápidamente paso al siguiente punto de la orden del día. «Si no hay ninguna intervención más, damos por aprobado por asentimiento, gracias».