El Rey Juan Carlos visita a su nieto Pablo Urdangarin durante un partido de balonmano y se funden en un emotivo abrazo

El Rey Juan Carlos I ha viajado este sábado por la tarde desde Sanxenxo hasta Pontevedra para asistir al partido en el que competía su nieto, Pablo Urdangarin, contra el Club Cisne Colegio Los Sauces, en el Pabellón Municipal Deportes pontevedrés. Fuentes muy cercanas al monarca confirmaron a este medio que el monarca se encontraría con su nieto tras cancelarse la regata de esta jornada por falta de viento.

Bajo la más absoluta discreción, el Rey Juan Carlos recorrió en coche los 20 kilómetros que le separaban de su nieto Pablo, el segundo hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. El exjefe de Estado llegó al polideportivo Club Cisne Balommano en torno a las 19:15 horas, cuando el partido acababa de comenzar. Según cuenta un aficionado, el monarca apenas tuvo dificultad para bajar. Algo llamativo, dado que llevaba medio día abordo del Bribón y con unas condiciones meteorológicas algo adversas.

Bajo un fuerte dispositivo de seguridad, Don Juan Carlos llegó escasos minutos antes de que comenzara el encuentro, acompañado de Pedro de Borbón-Dos Sicilias y su amigo y anfitrión, Pedro Campos. De hecho, el monarca no se ha separado de Borbón-Dos Sicilias, con quien cenó el pasado viernes en casa de Campos junto al resto de miembros de la tripulación del velero. Muchos espectadores esperaban también haber visto a Iñaki Urdangarín, quien quizás decidió no acudir por no dar a la prensa amarillista una fotografía quizás no demasiado querida desde Zarzuela.

Al descanso del partido, la megafonía de la cancha dio a Don Juan Carlos la bienvenida en nombre del club, saludada por la grada con unos aplausos tímidos de una afición centrada en una cita determinante para su equipo. No obstante, lo deportivo ha sonreído a los locales, que han vencido con una cómoda renta, para éxtasis de unos aficionados que enseguida han invadido la pista para celebrar con sus jugadores. Fuentes cercanas al monarca explicaban su preocupación por la salvaguarda de la seguridad del monarca, viendo minutos antes del final que el Club Cisne Colegio Los Sauces iba a granjearse la victoria finalmente lograda y que los aficionados se echarían a la pista.

Lo protocolario ha quedado por un momento de lado y, en medio de la euforia, se ha podido ver al monarca accediendo a fotografiarse con muchos jóvenes aficionados, sorprendidos de poder aproximarse con tanta facilidad al monarca.

Mientras, en la pista, un Pablo Urdangarín visiblemente frustrado por el resultado se abrazaba con sus rivales, les felicitaba por el logro conseguido y atendía las peticiones de fotos y autógrafos de varios de los presentes.

Tras el encuentro, el monarca fue de los primeros en salir del estadio para regresar a la casa de Campos, entre aplausos y «vivas» de muchos allí concentrados, no sólo ciudadanos o medios de comunicación, sino también un pequeño grupo monárquico que le sigue a todos sus actos públicos durante su primera visita a España después de sus casi dos años residiendo en la capital de los Emiratos Árabes Unidos.

Pablo Nicolás Sebastián de Todos los Santos Urdangarin y Borbón volvió así a verse con su abuelo, casi un mes después de haberle visitado en Abu Dabi junto a la Infanta Elena, la Infanta Cristina y otros nietos del monarca.