Casa Real La Princesa Leonor cierra su «extraordinaria» visita a Portugal con un cariñoso baño de masas
El presidente Rebelo de Sousa ha acompañado a la Heredera de la Corona durante todo el día y se ha despedido de ella con un beso en la escalerilla del avión
La Princesa de Asturias ha debutado en el terreno internacional por todo lo alto. Su primera visita al extranjero no ha podido salir mejor. En la parte institucional de la visita, la Heredera de la Corona ha demostrado que sabe representar España y ofrecer en el exterior la mejor imagen de nuestro país.
Y en la parte más humana, Doña Leonor ha sabido transmitir calidez y mostrarse próxima con la gente de la calle que quería saludarla. Pero en toda la visita ha jugado un papel especial el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, gran amigo de España y del Rey. Rebelo de Sousa se ha volcado con la hija de Don Felipe y Doña Letizia y ha demostrado ser el mejor anfitrión posible para una futura Reina. En un momento de la jornada, los periodistas le preguntaron cómo iba la visita: «Muy bien. Es extraordinaria», respondió.
Los Reyes han preguntado
Por eso, cuando los Reyes han llamado al jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, para preguntarle que cómo se estaba desarrollando la visita, él les ha respondido que no podía estar saliendo mejor.
Con su porte regio y a la vez sencillo y alegre, como si se quitara importancia, Doña Leonor ha recibido y rendido honores por primera vez, pero lo ha hecho con la lección muy aprendida, por habérselo visto hacer a su padre, el Rey, un montón de veces antes. También se ha estrenado pasando revista, asistiendo a su primer encuentro con un Jefe del Estado y ofreciendo un brindis, pero la Princesa ha demostrado que tiene tablas para moverse en cualquier escenario institucional.
Próxima a la gente de la calle
Y también ha brillado en la parte más espontánea y humana de la visita oficial. Por la tarde, ha estado recorriendo con el presidente de Portugal las instalaciones del Oceanário de Lisboa, donde ha asistido a una mesa redonda sobre la importancia de adoptar medidas urgentes para proteger los océanos. Tras escuchar las explicaciones de los jóvenes científicos, Doña Leonor ha querido formular una pregunta y les ha planteado si se notaba el impacto de los trabajos que se están realizando para recuperar los mares.
Ha sido a la salida del Oceanário cuando la Princesa se ha acercado a saludar primero a un grupo de niños que la aguardaban en la puerta y con los que se hizo una foto mientras gritaban «Portugal» y después Doña Leonor se ha acercado a un grupo de adultos que la esperaban tras un cordón de seguridad para saludarla y vitorearla antes de subirse al coche para emprender regreso a Madrid.
Durante toda la jornada, Rebelo de Sousa se ha deshecho en gestos de deferencia con la primogénita de los Reyes. Primero fue a recibir a la Princesa al aeropuerto, aunque no estaba previsto. Después, durante el brindis, dedicó unas cariñosas palabras a los bisabuelos de la Princesa, Don Juan de Borbón y Doña María de las Mercedes, Condes de Barcelona, que pasaron largos años de exilio en Portugal, y a Don Juan Carlos, que pasó allí etapas de su juventud. «Son tan queridos por nosotros», afirmó Rebelo.
El presidente de Portugal ha dedicado toda el día a la Princesa y, aunque tampoco estaba previsto, cuando la visita oficial ha terminado, la ha acompañado hasta el aeropuerto y se ha despedido de ella con un beso en la escalerilla del avión.
Atrás queda una visita de poco más de seis horas en Lisboa, tras la cual la Heredera de la Corona ha regresado a España con la misión cumplida, y con nota. Como ministro de jornada, la ha acompañado el titular de Exteriores, José Manuel Albares, que ha tenido la oportunidad de tomar nota.