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Esculturas del premio Princesa de Asturias diseñadas por Joan Miró hace 44 años

Esculturas del premio Princesa de Asturias diseñadas por Joan Miró hace 44 añosFundación Princesa de Asturias

Premios Princesa de Asturis 2024  Todo lo que hace que los premios Princesa de Asturias sean diferentes y cada vez más prestigiosos

Los reconocimientos más importantes de España, que compiten con el premio Nobel, se financian en un 87% con donaciones privadas

Los premios Princesa de Asturias son los más importantes que se conceden en España y, en el exterior, no solo compiten en prestigio con los premios Nobel sino que en muchas ocasiones se han adelantado a los suecos a la hora de detectar el talento y han reconocido a personas o instituciones que, años después, han recibido el Nobel.

A pesar de la enorme diferencia de medios -cada premio Nobel está dotado con 882.000 euros y cada premio Princesa de Asturias con 50.000-, muchas veces la fundación española ha sido la que ha marcado el camino.

Desde su creación, van 464 personas e instituciones premiadas; el más joven fue Rafa Nadal, cuando tenía 22 años, y el más mayor, Ramón Carande con 98 años. Algunos galardonados fallecieron antes de recoger el premio, como Ennio Morricone, Nuccio Ordine o Claudio Sánchez Albornoz.

A lo largo de 44 años, la Fundación Princesa de Asturias ha conseguido evitar errores graves, mantener su independencia, abrirse al mundo, acumular un elenco intachable de premiados y hacer que sus premios sean cada vez más prestigiosos. ¿Cómo lo ha conseguido?

Financiación privada

Los premios Princesa de Asturias se financian mayoritariamente de donaciones privadas, lo que les blinda de las interferencias y presiones políticas. El presupuesto aprobado por el Patronato de la Fundación para 2024 es de 6,58 millones de euros. El 87,5% procede de donaciones privadas y solo un 12,5% de subvenciones públicas. Estas se reparten entre el Estado y el Ayuntamiento de Oviedo y, en menor medida, el Principado de Asturias y los Ayuntamientos de Gijón y Avilés.

Unos premios abiertos al mundo

Desde sus orígenes, los premios Princesa de Asturias han mirado al mundo, porque su objetivo es detectar el talento esté donde esté y reconocer unos valores que son universales; pero con el paso de los años estos galardones se han ido haciendo más internacionales. De hecho, hay premiados de 67 nacionalidades. Y solo este año se han presentado 315 candidaturas de 50 países. La internacionalización de los premios también supone una excelente oportunidad de promoción mundial para Oviedo, Asturias y España. Además, este año se han incorporado nuevos patronos hispanoamericanos a la Fundación, algunos con raíces españolas o asturianas, pero no todos.

Anticipación al premio Nobel

Los jurados de los distintos premios de Princesa de Asturias han sido capaces de adelantarse a los premios Nobel en la detección del talento, de manera que una treintena de galardonados en Oviedo han sido reconocidos años después por los suecos. Así ocurrió con Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Mijail Gorbachov, Nelson Mandela, Luc Montagnier, Bob Dylan o Médicos sin Fronteras, entre otros muchos premiados que recibieron el Príncipe de Asturias años antes que el Nobel.

Jurados independientes

Los jurados son designados por la Fundación Princesa de Asturias con unos criterios exigentes. Son especialistas en su respectiva categoría, deben obrar en todo momento con independencia, ecuanimidad y rigor, y están sometidos al Código de Conducta de la fundación, que exige un comportamiento ético. No tienen retribución económica y no pueden permanecer más de cuatro convocatorias consecutivas.

Acercamiento a la sociedad

En el Teatro Campoamor de Oviedo, que es donde se celebra la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias, solo caben unas 1.300 personas. Allí siempre se hace un hueco para representantes de la sociedad civil, como por ejemplo los mejores estudiantes de Asturias, pero la Fundación organiza muchos más actos para abrirse a la sociedad. El año pasado fueron 114 actos en los que participaron 42.000 personas.

Cuidado de los detalles

Una de las obsesiones de los responsables de la Fundación Princesa de Asturias es mantener la calidad máxima en cada uno de sus actos y seguir cuidando los detalles como el primer día. Ese cuidado empieza con la escultura que entregan a cada uno de los premiados. El primer presidente de la Fundación, Pedro Masaveu, encargó el diseño a Joan Miró y el propio artista pidió que las esculturas se fundieran en el taller de la familia Parellada en Lliçà d'Amunt (Barcelona), y allí se siguen fundiendo 44 años después. Cada uno de los premios pesa ocho kilos y, por esa razón, la fundación lo envía después a los premiados.

Continuidad en el tiempo

El primer objetivo de la Fundación Princesa de Asturias es contribuir a la consolidación, de acuerdo con los tiempos actuales, de los vínculos existentes entre el Heredero de la Corona -antes el Príncipe y ahora la Princesa- y el Principado de Asturias. Los premios que reconocen una serie de valores y a unas personas que se convierten en referencia para los demás, son el símbolo de los fines de la Fundación. Por lo tanto, su continuidad va unida a la de la Corona, cuyo objetivo es siempre mantenerse en el tiempo e ir evolucionando con la sociedad.

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