Casa Real  El Rey hace compatible su apoyo a los afectados por la DANA con su compromiso con Iberoamérica

El Rey ha hecho compatible su apoyo a los afectados por la catástrofe de la DANA con el cumplimiento de sus compromisos internacionales. Cuando se conoció la magnitud de la tragedia, Don Felipe reorganizó su agenda para poner el foco en las víctimas de la tragedia y pospuso todos los actos que no eran urgentes o inaplazables. Pero mantuvo su compromiso con la Cumbre Iberoamericana, a pesar de que muchos mandatarios ni se plantearon ir y otros cancelaron su asistencia, como hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

De los 22 jefes de Estado convocados en Ecuador, el Rey era el que más razones de peso tenía para suspender el viaje por la catástrofe ocurrida en Valencia. Sin embargo, Don Felipe reorganizó sus planes para cumplir con su deber en ambas orillas del Atlántico. La víspera del viaje a América se trasladó a Valencia para apoyar a los militares que están realizando labores de rescate, limpieza y vigilancia en las zonas de la catástrofe y, tras regresar este sábado de Ecuador, ahora volverá a visitar con la Reina a los vecinos de algunos municipios afectados.

Evitar un circo mediático

Igual que sucedió en la visita a Paiporta, en esta ocasión el Palacio de la Zarzuela tampoco ha anunciado con antelación a los medios de comunicación los municipios que tienen previsto visitar ni la fecha. Solo ha dicho que la visita será la próxima semana. La Casa del Rey quiere evitar circos mediáticos que distorsionen el sentido de la visita de los Reyes, que es escuchar a los vecinos y llevarles el apoyo y la solidaridad de todos los españoles.

Todo apunta a que el presidente del Gobierno no acompañará a los Reyes durante la visita a los municipios afectados, ya que Pedro Sánchez estará estos días en Río de Janeiro en la Cumbre del G-20. La ausencia del jefe del Ejecutivo restará tensión a la visita tras el precedente de Paiporta, donde abandonó a los Reyes en cuanto empezaron las protestas.

Pero esta visita a los afectados por la DANA no será la última. Don Felipe ha comentado que «el deseo de estar presentes de diversas maneras en todos los lugares afectados va a ser una constante en el próximo futuro». También ha dicho que esas visitas se harán «teniendo muy en cuenta las circunstancias que se están viviendo y conscientes de que cada uno tenemos que estar en nuestro sitio».

Por qué el Rey quería ir a la Cumbre

Para el Rey, que de verdad se siente iberoamericano y cree en el futuro de la región, era muy importante estar en la Cumbre de Ecuador, aunque su pensamiento estaba con las víctimas de la DANA, que estuvieron presentes no solo en sus discursos, sino también en los de otras autoridades iberoamericanas.

Aunque solo acudieran a la Cumbre dos de los 22 jefes de Estado convocados, el Rey sabía que él tenía que ser uno de esos dos. Su presencia en unas circunstancias tan difíciles —por la DANA y por las ausencias— ha reforzado su autoridad moral ante el resto de los mandatarios y, si en algún momento se dan las condiciones y cuenta con los apoyos suficientes, Don Felipe estará en las mejores condiciones para recuperar el espíritu con el que nacieron las Cumbres Iberoamericanas, que es lo que él desea.

De momento, Don Felipe pondrá todo su empeño en que la próxima Cumbre, que acogerá España en 2026, recupere la fuerza y el impulso de las primeras reuniones de jefes de Estado. Pero para ello también será necesario que el Gobierno de España dedique los dos años que faltan a trabajar a fondo en Hispanoamérica, resuelva las disputas pendientes con México, Venezuela, Nicaragua y Argentina, evite abrir nuevos frentes y medie en los conflictos que mantienen el resto de los países iberoamericanos entre ellos, lo cual no es nada fácil en un ambiente de extrema polaridad.