Minas del Horcajo
Senderismo
Ruta por el esplendor de unas minas abandonadas: las Minas del Horcajo en Ciudad Real
Se trata de una pedanía del municipio de Almodóvar del Campo, por la que una senda recorre las ruinas de varias minas del interior de la Península
Décadas atrás, las Minas del Horcajo representaban la riqueza de la plata en el Valle del Alcudia, situado en el Macizo de Sierra Madrona-Quintana. Tal fue su apogeo, que en su pico de población llegó a contar con 1.876 habitantes. Por las minas pasaba la ruta del ferrocarril que conectaba los municipios de Puertollano (Ciudad Real) y Conquista (Córdoba). Después de haber sido uno de los yacimientos más importantes de la comarca, a mediados del siglo XX desaparecía toda la actividad minera y con ella la envergadura de sus viviendas y sus ciudadanos.
En la actualidad, se conserva la Iglesia de San Juan Bautista, algunos castilletes de mampostería, restos de lavaderos y talleres, y unas pocas casas que cuentan con los últimos ciudadanos del municipio. Pero sigue manteniendo su esplendor el túnel por el que pasaba el ferrocarril y el entorno natural en el que se encuentra ubicada. La senda de la pedanía recorre estos puntos, comenzando por la Finca de La Garganta, propiedad del duque británico de Westminster, y continuando hacia el antiguo viaducto, que formaba parte de las vías del ferrocarril. Este viaducto está cerrado al público pero disfruta de unas bonitas vistas al valle desde su entrada.
El túnel del Horcajo
La parte más llamativa de este sendero de menos de 20 km de longitud es el túnel del Horcajo, con una longitud de más de un kilómetro iluminado, a demanda del usuario, con luces que cuelgan de su vertical y dejan ver la roca que lo compone. Adicionalmente, un botón activa un semáforo que da paso a un coche cada vez debido a la angostura del túnel.
Al otro lado se encuentra el antiguo pueblo de Minas del Horcajo y los restos de la actividad que, a principios del siglo XX, tanta vitalidad traía al valle. La Iglesia de San Juan Bautista se mantiene erguida entre bosques, con mayor encanto en la época de berrea (temprano otoño) puesto que, si se guarda silencio, se podrán escuchar berridos de los ciervos en apareamiento.
El acceso a la Finca de La Garganta es más fácil desde la carretera nacional 420 desde Brazatortas o Fuencaliente que desde Conquista, pero la dificultad general del camino no es elevada. Esta ruta plantea una opción novedosa para descubrir la historia minera del sur de la península.