¿Qué hace un cuerno de elefante colgado en el interior de la catedral de Toledo?

En la catedral gótica por excelencia de España no podía faltar la extravagancia del estilo, mayormente aplicado a la decoración y a la escultura. Las gárgolas son un buen ejemplo de ese simbolismo excéntrico que ha pasado a formar parte del imaginario a través de la literatura y del cine.

La catedral de santa María de Toledo es también la catedral primada de España desde que el Papa Urbano II le concedió este título en 1088 por pertenecer a la primera diócesis del Reino de España, mucho antes del comienzo de su construcción en 1226 sobre la antigua catedral visigoda que la invasión árabe convirtió en mezquita hasta su re (re) conversión solo dos años antes, en 1086.

Las extravagancias son muchas como corresponde a un templo de este estilo, pero quizá uno de los más llamativos, desde luego el más exótico, es el cuerno de elefante que pende de uno de los pilares, o de una de las bóvedas en el interior. Cuelga de una cadena y existe una tradición que dice que no pertenece a un elefante sino a un buey de los que se utilizaban para transportar los materiales.

Desde luego hubiera tenido que ser un buey con unos cuernos enormes nunca vistos, donde se aprecian las líneas típicas del marfil, además del tamaño. También se cuenta que pudo ser un cuerno hueco de llamada árabe como muchos otros cuernos de llamada utilizados en todo el mundo a lo largo de la Historia: un instrumento de viento que al soplar emitía un sonido característico.

De ser así, su presencia en la catedral se explicaría por la originalidad gótica, que arrambla casi con todo. Pero hay un libro, Disertaciones y opúsculos sobre Toledo de Gilimón Gaetano Blancalana, una obra del XIX que fue descubierta a principios del XXI en el interior de una casa toledana por el historiador Manuel Palencia. El texto alude a que el cuerno es «simplemente», en realidad, una ofrenda de un fiel: costumbre extendida la de colgar estos obsequios con significado espiritual.

De dónde pudo venir o dónde y cómo o por qué adquirió y regaló el devoto el cuerno de elefante a la catedral de Toledo (a uno de sus santos) puede tener que ver con la explicación que comúnmente se da a la presencia de otro colmillo de elefante en la Mezquita-Catedral de Córdoba por el simbolismo de valores cristianos que su forma y color le daba. En cualquier caso, otra historia misteriosa y emocionante y singular de las muchas que atesora Santa María, la catedral primada de España.